Guerra química

El uso ofensivo de organismos vivos u otros productos tóxicos (como el carbunco o la toxina botulínica) no son considerados guerra química; sino que es llamado guerra biológica.

Inicialmente, se promulgaron varios tratados internacionales para vetar el uso de armas químicas, pero aun así no se logró evitar la amplia utilización de gas venenoso en la Primera Guerra Mundial.

En particular, ambos bandos trabajaron en el desarrollo del gas cloro para intentar romper el estancamiento en la guerra de trincheras.

Alemania, el primero en ocupar químicos en el campo de batalla, simplemente abrió latas con cloro en dirección al viento, haciendo que este se encargara de la diseminación.

Estos métodos fueron utilizados para causar daños cutáneos durante la Primera Guerra Mundial, los alemanes comenzaron a utilizar gases tóxicos que causaban ceguera, quemaduras de piel y severas lesiones pulmonares; en adelantos tecnológicos se desarrollaron otros agentes como el gas mostaza y el sarín, que causaban lesiones nerviosas, como parálisis y la muerte, los gases lacrimógenos se implementaron para guerras limitadas y motines en ciudades, este gas laxante produce malestares digestivos como el vómito y la diarrea.

Soldados noruegos vistiendo equipos para la guerra NBQ . 1983.
tabla de rangos
Tabla de los diferentes tipos de estas armas
Hombres caminando en fila mientras se apoyan en la espalda del otro
Gaseados , pintura de John Singer Sargent sobre la Primera Guerra Mundial, muestra soldados ciegos tras un ataque de gas mostaza.