Ejerció una política pro occidental, para disgusto de los grupos opositores monárquicos y comunistas.
En síntesis, Lon Nol quedaba como Dictador y tan sólo mantuvo como diputado del primer ministro al príncipe Sirik Matak.
El príncipe Sihanouk había hecho en 1965 un pacto secreto con Vietnam del Norte y China de permitir bases militares en el territorio jemer.
Tales bombardeos son ilegales puesto que Estados Unidos no había hecho una declaración de guerra oficial contra Camboya.
Las mismas fuentes de la CIA determinaron que dichos bombardeos no hicieron otra cosa que incrementar la popularidad de los Jemeres Rojos entre los campesinos camboyanos del norte del país.
Tal acto aparentemente insignificante, le trajo una mayor antipatía popular y los campesinos atacaron los asientos de los gobiernos provinciales e intentaron avanzar hacia Nom Pen, pero el ejército abrió fuego contra los manifestantes, matando a al menos 90 personas.
La provincia más célebre por sus actos contra el dictador fue Kompong Cham en donde los campesinos capturaron al hermano de Lon Nol, Lon Nil, lo asesinaron y le arrancaron el hígado para ser preparado en un restaurante chino.
Nixon y la CIA mantendrían estrechas relaciones con Lon Nol, pero el ejército del dictador fue presa fácil de los movimientos comunistas, quienes estaban mejor equipados y contaban con una mayor experiencia, lo que no les permitió contener ni la avanzada del Vietcong ni la de los Jemeres Rojos.
intentó como última solución al desastre político pactar el regreso del príncipe Norodom Sihanouk, al darse cuenta del error de querer poner de lado a una figura con un sentido popular inusitado.
La principal razón fue su temor al conocer una lista negra de los Jemeres Rojos, con la aprobación implícita del príncipe Sihanouk, en la que su nombre era el primero a ser ejecutado.