Inicialmente, una patrulla de rutina, se convirtió en una acción defensiva con repercusiones mundiales.
Las lanchas patrulleras, que estaban armadas con torpedos, se acercaron a altas velocidades desde varios kilómetros de distancia.
Las lanchas patrulleras estuvieron a 5.000 metros, y dos de ellas lanzaron los torpedos hacia el Maddox.
La nave alteró su rumbo para evitar los torpedos, que pasaron por el lado de estribor.
Cuatro aviones del portaaviones USS Ticonderoga, llegaron al lugar, atacando a las tres lanchas patrulleras.
Al final llegó a la conclusión de que no hubo lanchas torpederas en la noche en cuestión, y que La Casa Blanca solo estaba interesada en la confirmación oficial de un supuesto ataque, y de ninguna manera en que no hubiera tal ataque en realidad.
[4] El presidente Lyndon B. Johnson, en respuesta a estas agresiones, convoca al Congreso el 7 de agosto para pedir apoyo total para una intervención más directa del gobierno en la guerra como represalia por los ataques (uno de ellos fabricado por los EE. UU.)