En sus Memorias el futuro emperador solo hace una breve referencia a su familia natural del orden ecuestre: su bisabuelo paterno se había desempeñado como un tribuno militar en Sicilia, bajo el mando de Lucio Emilio Papo, durante la segunda guerra púnica, mientras que su abuelo sirvió en varios puestos políticos regionales.[10] Su madre contraería nuevas nupcias con un exgobernador de Siria, Lucio Marcio Filipo,[11] quien afirmaba ser descendiente de Alejandro Magno y que fue elegido cónsul en 56 a. C. Contrario a lo que pudiera pensarse, Filipo nunca mostró mucho interés en el joven Octavio; debido a lo anterior, Octavio fue criado por su abuela materna Julia la Menor.[18] En 46 a. C., cuando Acia le dio el deseado permiso para unirse a César en Hispania, Octavio cayó enfermo y no pudo viajar.[44][45] Aun cuando el Senado le brindó su apoyo, su verdadero objetivo era debilitar las facciones partidarias de César y ayudar a Bruto, quien se hallaba asediado por Antonio.No obstante, ambos cónsules murieron durante los enfrentamientos, lo que dejó a Octavio como el único comandante en jefe de sus ejércitos.[71] Tras dos enfrentamientos en Filipos, Macedonia, en octubre de ese mismo año, el ejército cesariano logró la victoria y tanto Bruto como Casio se suicidaron.Sintiéndose frustrado por la decisión tomada por Antonio, quien le había cedido Hispania a Octaviano, Lépido se quedó solamente con la provincia de África.[75] En total, hubo hasta 18 ciudades romanas afectadas por los nuevos asentamientos, inclusive poblaciones enteras que fueron expulsadas o, al menos, desalojadas parcialmente de sus tierras.[93] En 36 a. C., Octaviano utilizó también una táctica política para parecer menos autócrata y convertir a Antonio en el principal villano al proclamar que las guerras civiles estaban llegando a su fin, y que él dejaría su cargo como triunviro si Antonio hacía lo mismo; este último denegó la propuesta.Además, Augusto se proclamó asimismo como Imperator Caesar divi filius, «Comandante César, hijo del deificado».[149] El hijo mayor de Augusto y Livia, Tiberio, fue la única excepción a esta regla, al habérsele otorgado un triunfo por las victorias en Germania Magna en 7 a. C.[150] Para garantizar que su estatus de imperium proconsulare maius fuera renovado en 13 a. C., Augusto permaneció en Roma durante el proceso y proporcionó abundantes donaciones a los veteranos para obtener su apoyo.[138] Sin embargo, parece que gran parte de las sutilezas políticas del segundo acuerdo no llegaron a ser comprendidas por la clase plebeya.[158] Para el año 13, Augusto se jactaba de haber sido proclamado imperator por sus tropas hasta en 21 ocasiones, todas ellas tras una batalla victoriosa.[158] La mayor parte del capítulo cuatro en sus memorias publicadas, conocidas como Res Gestae, está dedicada a sus victorias y honores militares.[169] Aunque los partos siempre representaron una amenaza para Roma en oriente, el verdadero campo de batalla fueron los ríos Rin y Danubio.[170] La victoria en batalla no siempre resultaba ser un éxito permanente, pues los territorios conquistados más recientemente eran constantemente recuperados por los enemigos de Roma en Germania.[174] Si alguien iba a heredar su posición extraoficial de dominio, esa persona debía ganárselo por méritos que fueran reconocidos por el pueblo romano.[182] Tiberio compartió los poderes tribunicios de Augusto en 6 a. C., pero poco después anunció su retiro pues, según varias fuentes, no quería asumir su futuro papel en la política, decidiendo exiliarse en Rodas.[198] Los historiadores también han utilizado algunas cartas escritas por Augusto y dirigidas a otras personas para obtener algunos datos adicionales sobre su vida personal.Se crearon las primeras fuerzas policiales y de bomberos institucionalizados, estableciendo al prefecto municipal como un cargo permanente.[201] Además, habiendo finalizado las guerras civiles en Roma, Augusto pudo también crear un ejército profesional para el Imperio romano, compuesto por unas veintiocho legiones que suponían unos ciento setenta mil soldados.[209] En una visión retrospectiva del reinado de Augusto y su legado al mundo romano, su longevidad no debe obviarse como un factor clave en su éxito.[210] Si Augusto hubiera muerto a edad más temprana, la historia podría haberse desarrollado de distinta forma.[212] Sin embargo, Tácito también recoge en su obra dos visiones contradictorias, a la vez que comunes, de Augusto: Por otro lado, y según la versión opuesta:[215] En épocas más recientes, el escritor Jonathan Swift (1667-1745), en su obra Discourse on the Contests and Dissentions in Athens and Rome, criticó a Augusto por instaurar la tiranía en Roma, y hacía una comparación entre la monarquía constitucional del Reino Unido y la república romana del siglo II a. C.[216] El almirante e historiador Thomas Gordon (1658-1741) comparó a Augusto con el tirano puritano Oliver Cromwell (1599-1658)[216] e insistió, al igual que hizo Montesquieu, en que Augusto se comportó como un cobarde en batalla.[217] Las reformas económicas que Augusto implementó en Roma tuvieron un gran impacto sobre el éxito posterior del Imperio romano.Aunque existe cierta verdad literal en su afirmación, Dión Casio indica que se trataba de una metáfora sobre la fuerza del Imperio romano.De modo similar a Mussolini —solo que con valoración negativa contraria— Syme veía en su ascensión paralelos con el fascismo naciente.Otros actores que participaron en dicha producción fueron Benjamin Sadler quien interpretó al joven Octavio, Charlotte Rampling (como Livia Drusila), Vittoria Belvedere (Julia la Mayor) y Ken Duken (Marco Vipsanio Agripa),[234] (las películas restantes de la serie relatan las historias de Nerón, Simón Pedro y Pompeya).Triunfa gracias a una mezcla de astucia política y el miedo que infunde, tanto en sus enemigos como en sus allegados.
Busto de
Marco Antonio
, partidario de Julio César y notable personalidad militar en Roma.
Áureos
mostrando los retratos de Marco Antonio (izquierda) y Octaviano (derecha), emitidos en 41 a. C. para celebrar la institución del
Segundo Triunvirato
por Octaviano, Antonio y
Lépido
en 43 a. C. Ambos lados poseen la inscripción «
III VIR R P C
», que significa «Tres hombres con autoridad consular en la organización del Estado».
[
60
]
Mapa donde se ilustran los movimientos de los distintos ejércitos involucrados en la
batalla de Filipos
, en 42 a. C.
Denario
de
Sexto Pompeyo
, acuñado en honor a su victoria sobre la flota de Octaviano. En el anverso se puede ver el faro de
Mesina
, que sirvió para derrotar a Octaviano. En el reverso, el monstruo
Escila
.
Representación de la
batalla de Accio
, en la que se enfrentaron las flotas de Octaviano, bajo el mando del general Agripa, y las de Marco Antonio y Cleopatra, en 31 a. C. Pintura de Lorenzo A. Castro, en 1672.
Augusto como magistrado; la cabeza de mármol de la estatua fue esculpida c. 30-20 a. C., y el cuerpo en el siglo
II
a. C. (
Museo del Louvre
,
París
).
Extensión del Imperio romano bajo el reinado de Augusto; el color amarillo representa la extensión de la República romana en 31 a. C., el color verde representa los territorios conquistados durante el reinado de Augusto y las zonas de color rosa representan los territorios bajo relación de clientela con Roma. En cualquier caso, las áreas bajo el control de Roma estaban sometidas a variación incluso durante el reinado de Augusto, especialmente en
Germania
.
Extensión del Imperio Romano a finales del reinado de Augusto.
Busto de
Tiberio
, un comandante militar exitoso durante el reinado de Augusto, antes de ser nombrado su sucesor y heredero.
Inscripción dedicada al Divino Augusto por los seviros Mercuriales del Municipium Napoca (Vid, Croacia) al poco de la defunción del primer emperador y de su divinización.
Retrato de Augusto: detalle de la famosa estatua de Prima Porta.
Clípeo procedente de
Arlés
Francia
en el que se conmemoran las virtudes de Augusto por voluntad del Senado y del Pueblo de Roma.)