La Gliptoteca fue encargada por el príncipe heredero (luego rey) Luis I de Baviera junto con otros proyectos, como la vecina Königsplatz y el edificio que alberga la Colección Estatal de Antigüedades Griegas y Romanas, como un monumento a la antigua Grecia.
Además, se usó mucho menos mármol, lo que resulta evidente desde dentro, donde se aprecian las paredes compuestas de ladrillo rojo y pintadas para dar un efecto de mármol.
Cuando los arqueólogos excavaron el yacimiento de Egina, descubrieron ambos grupos, y más tarde se pensó que el templo original fue destruido durante la guerra del Peloponeso, erigiéndose poco después otro templo en su lugar.
Los griegos no se habrían molestado en limpiar la zona, dejando los restos del templo original enterrados en el mismo sitio.
Entre las copias romanas famosas de esculturas griegas están el Niño con ganso (c. 250 a. C.) y la Mujer ebria (atribuida a Mirón, c. 200 a. C.).
Esta colección se complementa con las terracotas y bronces de la Staatliche Antikensammlungen (‘Colección Estatal de Antigüedades Griegas y Romanas’), que está ubicada frente a la Gliptoteca.