A menudo, esto por sí solo es suficiente para evocar el tropo, pero otros motivos incluyen un ataúd, un reloj de arena o flores marchitas para significar la impermanencia de la vida.
También suele usarse para denominar a las representaciones de difuntos en la historia del arte.
Según los estoicos, al meditar sobre la inevitabilidad de la muerte, uno puede vivir más plenamente en el momento presente.
Siendo la ceniza un recordatorio de que el hombre proviene del polvo y en polvo se ha de convertir (en la biblia se lee la frase «quia pulvis es, et in pulverem reverteris» (Génesis 3:19)[7]).
[10] En 2011 se popularizó el término YOLO en las redes sociales (siendo un fragmento de la canción «The Motto», del rapero canadiense Drake).
Acrónimo de «Sólo se vive una vez» (por sus siglas en inglés: You Only Live Once).
En muchos cuadros de vanitas, se agrupan los elementos que representan la actividad humana (libros, instrumentos científicos) y los placeres humanos (pipas, instrumentos musicales) que marcan la futilidad de lo material en una vida tan corta.
Un ejemplo popular es en la película de 1957, El séptimo sello, del director sueco Ingmar Bergman.