Se cree que las danzas macabras eran de hecho bailadas y representadas teatralmente en el siglo XIV.
En Escocia, por ejemplo, aparece en el Lament for the Makaris del poeta escocés William Dunbar.
También tuvo expresión artística, mereciendo destacarse los grabados que hicieron Hans Holbein el Joven (publicados en 1538) y Heinrich Aldegrever (1541).
Ya en el siglo XIX, el caricaturista Thomas Rowlandson lanzó otra versión grabada de tono más humorístico.
Ya marchan huyendo del amanecer, mientras la lluvia lava sus rostros, surcados por la sal de las lágrimas."