Literatura medieval española

Este teatro parece remontarse al siglo xi, en forma de representaciones relacionadas con temas religiosos.Dentro ya de los géneros escritos, dado que la lengua de prestigio para la lírica culta (o cortesana) durante la Edad Media fue el gallego-portugués, la lírica culta en castellano no empezó a cultivarse hasta mediados del siglo xiv, apareciendo su figura más relevante, Jorge Manrique, en el siglo xv.[2]​ Pero la plena consolidación del castellano como lengua escrita a todos los niveles se produjo en el siglo xiii.Después, el Liber regum (h. 1196-1209), originalmente en romance navarro[3]​ y traducido a principios del xiii al castellano.Consecuentemente, desde finales del siglo xii y por razones políticas, se fijan por escrito normas jurídicas en una lengua comprensible para la mayoría: el castellano.Otras obras y autores vinculados a la historia son: Especialmente, la historiografía en el siglo xv está protagonizada por Enrique de Villena (1384-1434).En el siglo xiv se compuso también una obra singular: los Proverbios morales (1355-1360) del judío Santob de Carrión.Muy vinculados con las enseñanzas judías, los proverbios están dedicados a Pedro I de Castilla y están escritos en cuartetos heptasilábicos o dípticos alejandrinos con rima interna; su contenido expresa un relativismo moral muy pesimista basado en la contemplación de la vida cotidiana.También escribió tratados sobre instrumentos de medición o unas tablas astronómicas, pues su objetivo era descubrir el porvenir (astrología judiciaria).Por ello consultaba a sus estrelleros al tomar decisiones, lo que le valió el recelo y desconfianza de clérigos e intrigantes cortesanos.La lírica popular medieval comprende una variada tradición de composiciones propias del acervo popular, predominantemente rural, utilizadas preferentemente durante el trabajo y las fiestas, por lo que, a menudo, eran canciones asociadas al baile (también, hay canciones de camino, rimas infantiles, etc.).En muchas ocasiones, la voz lírica es una voz femenina, que lamenta ante un confidente (generalmente la madre, la hermana, la amiga o la naturaleza) la distancia respecto al ser amado por motivos que abarcan la ausencia, la pérdida o el duelo.El villancico es la estrofa característica: dos o tres versos, variables silábicamente aunque preferiblemente de ocho a seis sílabas, y con un esquema rítmico abb.Las características más sobresalientes de la lírica culta castellana son herencia de la lírica gallegoportuguesa: fundamentalmente, la terminología métrica y la concepción del amor cortés (en la que el goig o alegría del amor provenzal ha sido sustituido por la coita o pena).[9]​ Se trata de una poesía esencialmente social, y no tan subjetiva, íntima, como la tradicional.Destacan tres: Para completar el panorama de la poesía de esta época, se pueden añadir otras obras muy diversas en su forma y géneros: La épica es un subgénero narrativo compuesto en verso y en lengua romance, cuyos orígenes datan del primer tercio del siglo XI.Las narraciones épicas están protagonizadas por héroes que representan, por sus valores, a toda una sociedad; suelen centrarse en acontecimientos relevantes dentro de la historia de un pueblo, por lo que esos héroes terminan por ser considerados símbolos para los mismos.Aparecen, sistemáticamente, a lo largo del poema fórmulas —grupos de palabras que se repiten con ligeras variaciones—.Compuestos anónimamente a partir del siglo xiv, fueron recogidos por escrito en el xv y conforman lo que se denomina romancero viejo, en contraposición al romancero nuevo, con autores ya reconocidos, compuesto a partir del xvi.En la evolución del género, estos hemistiquios fueron ganando aún más autonomía, por lo que quedaron fijados en las ocho sílabas, aproximadamente.Existen diversas propuestas de clasificación temática; con todo, existen categorías constantes que serían las siguientes: Estilísticamente, se suelen clasificar en: Otros rasgos literarios son: El siglo xvii admiró estas composiciones y no dudó en imitarlas y revitalizarlas.En estas circunstancias, debió de parecer inútil seguir usando una lengua solo entendida por una minoría en obras que, por el interés de su contenido histórico, didáctico, moral o religioso, convenía que fuesen conocidas y entendidas por todos.Luego, tras la época de Alfonso X, la prosa, beneficiándose del prestigio adquirido en las obras sobre todo historiográficas, empezará a aparecer como herramienta para componer novelas.Consecuentemente, la novela caballeresca se convierte en el género narrativo más abundante de la Edad Media.Las tramas suelen ser dobles, y se centran en la separación de los amantes; abundan en esta novelas los recursos tendentes a conferir verosimilitud a lo narrado, especialmente el autobiografismo y el uso del discurso directo de los personajes (cartas, intervenciones...).Con estilo latinizante narra, en su primera parte, cómo la amada desprecia al amante por confiar a un falso amigo su pasión.Por último, a finales del siglo xv aparece la novela dialogada La Celestina, obra de transición hacia el Renacimiento.La anciana se niega al reparto y ambos la asesinan, crimen por el que son ajusticiados.Sus compañeras, Elicia y Areúsa, deciden vengarse por lo sucedido en las personas de los amantes contratando a Centurio.Así, se utiliza el lenguaje culto (lleno de figuras retóricas, especialmente antítesis y geminaciones, hipérbaton, homoteleuton, cultismos, etc.) y el lenguaje vulgar (repleto de obscenidades, palabras malsonantes, amenazas, refranes, etc.).
Libro del caballero Zifar , f. 32r del manuscrito de París. «De cómmo una leona llevó a Garfín, el fijo mayor del cavallero Zifar».
Alfonso X el Sabio
Portada de El Victorial , manuscrito 17648 f.º 1r. Biblioteca Nacional de España .
El juego de tablas astronómicas, del Libro de los juegos .
Íñigo López de Mendoza, el «Marqués de Santillana».
Manuscrito de las Mocedades de Rodrigo
Página inicial del Cantar de mio Cid
Portada del Libro de los cincuenta romances (c. 1525), primera colección de romances impresa conocida.
Un clérigo trabajando en el scriptorium
Folio 3r.º del manuscrito T (Toledo) del Libro de buen amor (siglo xiv ), conservado en la Biblioteca Nacional de España , Vitr. 6/1.
Manuscrito del Calila e Dimna
Retrato de don Juan Manuel
Una edición impresa de La Celestina