Propuso una lex agraria que permitiera el reparto de tierra procedente del ager publicus entre los ciudadanos más pobres; la experiencia de Tiberio en Hispania así como —según reveló su hermano Cayo— la situación del campo en Etruria, donde la esclavitud estaba muy difundida, fueron las causas principales que explican sus revolucionarios proyectos.Para llevarlos a la práctica contaba con el apoyo de una factio senatorial en la que figuraba, entre otros, Apio Claudio Pulcro (cónsul en 143 a. C.), Publio Mucio Escévola y Publio Licinio Craso Muciano (cuya hija estaba casada con su hermano Cayo).La comisión contó con poder ejecutivo, y con los recursos financieros necesarios cuando Átalo III de Pérgamo legó su reino al pueblo romano, lo que agudizó más el nerviosismo de la oposición senatorial, encabezada por Publio Cornelio Escipión Nasica Serapión.Su cuerpo fue arrojado al Tíber, negándosele toda sepultura, mientras Nasica era destinado, prudentemente, a una misión en Asia, y Escipión Emiliano justificaba en cierta medida su asesinato.Sus esfuerzos por una reforma agraria fueron continuados por su hermano Cayo, el cual acabó suicidándose en el exilio por los mismos motivos.