Tito Estatilio Tauro (en latín, Titus Statilius Taurus; ca.
Inicialmente partidario de Marco Antonio, por quien fue elegido como cónsul sufecto en el año 37 a. C., reemplazando a Lucio Caninio Galo que había abdicado ese mismo año.
En esta guerra, dirigió una flota, con base en Tarento, enviada por Marco Antonio en ayuda de Octaviano.
[2][3] Después de que Pompeyo fuera expulsado de Sicilia, Tauro cruzó el mar para gobernar y pacificar la provincia de África que aseguró sin dificultad durante dos años y, por ello, obtuvo el triunfo en 34 a. C.[4] Ese mismo año, acompañó a Octaviano a Dalmacia y, tras su regreso a Roma, Tauro quedó bajo el mando de las tropas estacionadas en el lugar.
[12] En 26 a. C., fue nuevamente cónsul, esta vez en carácter de ordinarius junto con Octaviano ya convertido en Augusto.