Anales (Tácito)

[1]​ Los historiadores modernos consideran que Tácito, como senador romano, tenía acceso a las actas o comentarios senatoriales (Acta Senatus), donde encontró una base firme para su trabajo.

Así como había ya escrito en las Historias, Tácito sostiene su tesis sobre la necesidad del principado.

En los Annales, Tácito desarrolló ulteriormente el estilo de descripción que había utilizado tan bien en las Historiae.

La debilidad de su vida está en oposición con la energía y la competencia que demostró en los deberes públicos.

Petronio afrontó la muerte como un último placer dando contemporáneamente prueba de autocontrol, coraje y firmeza.

Se opuso al uso estoico del suicidio teatral, tanto que hablaba con los amigos mientras moría, de argumentos fútiles.

Descrito como peregrino, arcaico y solemne, Tácito alcanza su estilo personal a través de raras aunque no únicas formas gramaticales, elipses frecuentes (especialmente de las formas auxiliares del verbo esse), circunlocuciones creativas y dicciones que se extienden hasta los límites del léxico latino.

En comparación con las Historiae, los Annales son menos fluidos, mucho más concisos y severos.

Al elegir entre sinónimos, Tácito prefiere el uso de expresiones más normales y moderadas que rebuscadas.

Íncipit del libro XI de los Annales en la edición príncipe (Venecia: Wendelinus de Spira , ca. 1471/72).