Agricultura y ganadería en la Antigua Roma

Las primeras tierras de los romanos se llamaban heredium de herus (dueño), y en un principio no superaban las dos yugadas (5.400 metros cuadrados), aunque aparte estaban la casa, las cuadras, la barbechera y los pastos.Además los vencidos debían cultivar los dos tercios restantes para contribuir a las cargas y servicios como propietarios no ciudadanos.Para que las tierras no menguasen, las bodas se hacían frecuentemente entre la misma familia.Los coherederos continuaban en general administrando la heredad en indiviso, y no fueron frecuentes las grandes particiones.La costumbre perduró, e incluso a fines del Imperio los fundus tenían el nombre de un solo propietario.En estos casos el dominio era parcelado, quedando una parte para el propietario que los cultivaba (a menudo por medio de esclavos) y el resto mediante parcelas cedidas en usufructo a parientes (hijos del Pater familias generalmente), clientes o esclavos.Su casa estaba donde su hacienda (aunque poseía alojamiento en la ciudad, donde acudía periódicamente para arreglar sus negocios o para pasar el verano).Los esclavos de los ciudadanos romanos provenían generalmente de las capturas de enemigos en las guerras; en su mayoría eran altivos y se hacía difícil lograr que obedecieran; al ser buenos trabajadores se les asignaban tierras como precaristas, y como ya hemos dicho era frecuente que se les acabara liberando.
Escena de recolección en la época romana.