Fulvia

Durante este período, la joven Fulvia se vio metida en una serie de intrigas y conspiraciones.

Sus enfurecidos seguidores establecieron su pira funeraria en el propio edificio senatorial,[2]​[3]​ dejando viuda a una ambiciosa Fulvia de veinticinco años, que pasaría a encabezar en la sombra la facción de su primer marido, acumulando rencor y vengándole tiempo después.

Pero, mal informado sobre el ejército enemigo, sufrió una grave derrota frente al rey Juba I de Numidia[4]​ en la que murió y sus tropas fueron aniquiladas (49 a. C.).

La propia carrera política de Fulvia se inició con su tercer matrimonio, con el futuro triunviro romano Marco Antonio.

Plutarco escribió que ella necesitaba maridos con un activo político y el ambicioso Antonio estaba altamente cualificado.

Para solidificar la alianza política, Fulvia ofreció a su hija, Claudia, al joven Octaviano como esposa.

Fulvia exhibió la cabeza y las manos de Cicerón en el Foro, cortados por un centurión, Herenio (Herennius).

Fulvia estaba complacida al vengarse así de Marco Tulio Cicerón no solo por Antonio, sino también por Publio Clodio Pulcro.

El ejército resistió en la Roma ocupada por un corto tiempo, pero finalmente se retiró a Perusia (la actual Perugia).

Fulvia, esposa de Marco Antonio, se divierte con la cabeza decapitada de Cicerón, que fue ejecutado por orden de su marido.
Moneda acuñada en Eumea ( Frigia ) con el busto de Fulvia en el anverso
Fulvia y Marco Antonio o La venganza de Fulvia , de Francisco Maura y Montaner . 1888. ( Museo del Prado , Madrid ).