[11] En las áreas yungas, existieron varias sociedades matriarcales, que también consideraban sagradas las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y el uso de vestimentas correspondientes a otro género.[20] Los registros puntuales sobre prácticas erosexuales entre mujeres en la colonia son sumamente escasos, hecho que ha sido atribuido a la invisibilización femenina y su desenvolvimiento de manera clandestina.«El discurso médico-legal trazaría desde fines del siglo XIX las formas psíquicas y somáticas de lo que se denominaría la 'inversión femenina'».[56] En 1938 el médico forense rosarino Raimundo Bosch publicó un artículo en la Revista de la Asociación Médica Argentina titulado «Tribadismo y matrimonio» sobre una mujer que intentó suicidarse cuando fue obligada por su familia a romper el vínculo amoroso que tenía con otra mujer y obligada a casarse.[56] La represión del lesbianismo en Argentina incluyó un amplio espectro de prácticas médicas violentas que incluían el uso de medicamentos como sedantes o anafrodisíacos, internaciones forzadas, hipnosis, electroshock e intervenciones quirúrgicas como disección ovárica, esterilización, histerectomía y clitoridectomía.Personajes públicos como Carlos Gardel entre los varones,[59][60] y Eva Perón entre las mujeres,[61][62][63] fueron objeto de destrato homofóbico.Quienes tenían mayores recursos económicos podían alquilar algún cuarto, departamento, un estudio, o las quintas de sus amigas del Tigre.[41] En 1926 la escritora Salvadora Medina Onrubia, feminista, anarquista y bisexual, publicó su cuento «El quinto», primera obra literaria lésbica argentina, en el que describe de manera biográfica la pasión sexual que le despertó otra mujer, dejando un final abierto sobre la consumación de la relación.El crítico Fernando Martín Peña ha observado que parece haber en estas películas una pedagogía moralizante: «si la mujer es lesbiana merece estar tras las rejas».El FLH estaba liderado por Néstor Perlongher y constituido mayoritariamente por hombres gais, aunque del grupo inicial participó también Adelaida Gigli.El Grupo Safo tuvo un papel marginal dentro del FLH, ya que las mujeres lesbianas priorizaron su militancia en las organizaciones feministas.[88][89] Simultáneamente surgieron organizaciones feministas de la segunda ola, focalizada en los derechos sexuales y los roles sociales: la Unión Feminista Argentina (UFA) liderada por la cineasta María Luisa Bemberg y el Movimiento de Liberación Femenina (MLF) liderado por María Elena Oddone.El rótulo de feminismo igual lesbianismo tenía un peso negativo tremendo en ese entonces», dice Hilda Rais:[90][91] El vínculo entre los movimientos de liberación feminista y homosexual se concretó en la creación del Grupo Política Sexual (GPS), ámbito de encuentro al que asistían Perlongher, Hilda Rais, María Elena Oddone, Sara Torres, Osvaldo Baigorria, Norma y Pablo Lamas, Eduardo Todesca, Mónica Guiraldez, Ruth Mary Kelly, entre otras personas.[92][93] El GPS elaboró colectivamente en septiembre de 1973 un documento titulado «La moral sexual en la Argentina»,[94] que no fue publicado pero fue distribuido ampliamente entre militantes feministas y homosexuales.[96][97] Durante el gobierno de Cámpora, la represión policial a los homosexuales prácticamente desapareció, inaugurándose una “primavera” de dos meses en la que hombres homosexuales,lesbianas y trans se manifestaron y fueron recibidos por vez primera por altos funcionarios del Estado, algo impensable apenas unos meses antes.[99][97][100][101][102] Deberían pasar aún tres décadas para que las fuerzas políticas argentinas incluyeran en sus programas las reivindicaciones de la diversidad sexual.En los casi tres años del interregno democrático peronista se realizaron algunas películas con temáticas homosexuales y transgénero.Al menos 400 personas con identidades u orientaciones sexuales LGBT+ fueron detenidas-desaparecidas durante la última dictadura, siendo sometidas por ello a tratos especialmente degradantes e inhumanos.[112] En 1981 Sandra Mihanovich lanzó el simple «Puerto Pollensa» compuesto por Marilina Ross, que sería adoptado como un himno del amor homosexual.[113] También en 1981 se publicó En breve cárcel de Sylvia Molloy, considerada también una obra pionera para la literatura lésbica argentina, en la que una mujer espera a otra que fue en algún momento su pareja y mientras espera, escribe; la novela fue publicada en Barcelona porque ninguna editorial argentina quiso hacerlo por considerarla «subversiva», pero circuló dentro del país mano a mano, fotocopiada.[116][117][118] El retorno a la democracia en diciembre de 1983 impulsó la recuperación del movimiento por los derechos LGBT+ y que se consolidara la identidad militante lésbica.[126] Rais era ella misma lesbiana, pero lo mantenía en reserva y concentraba su militancia en el ámbito estricto del feminismo.Las siete mujeres fueron Adriana Carrasco, Araceli Bellota, Julián García Acevedo (que en ese momento no había transicionado a varón), Elena Napolitano, Ilse Fuskova, Ana Rubiolo y una mujer llamada Graciela.El colectivo Las Lunas y las Otras decidió realizar actividades durante la semana pero no participar en actos ni en marchas integrados por varones.En 2003 Buenos Aires se convirtió en la primera ciudad latinoamericana en reconocer legalmente las uniones civiles entre "dos personas con independencia de su sexo u orientación sexual", al sancionar la Ley N.º.[180] Espinosa Miñoso analiza su propia evolución y elabora un crítica frontal al lesbofeminismo «blanco» que predominaba en Argentina hasta los primeros años del siglo XXI, achacándole seguir acríticamente la agenda blanca, racista, de «matriz eurocéntrica», para proponer un lesbofeminismo descolonial, antirracista, no binario, interseccional, post-identitario, que construya «nuevas identidades, no prefiguradas, ni estables, ni polarizadas»:[179] Hacia 2007 la dibujante lesbiana salteña Eleonora Kortsarz crea el personaje de historieta SuperCake, cuyo nombre es una ironía para «Supertorta» («torta» es la denominación más habitual elegida por las lesbianas para autodenominarse en Argentina y Uruguay),[181] definido por ella misma como «una superheroína lesbiana que lucha contra la logia del Mal que prohíbe a la gente vivir su sexualidad libremente».[198] Iniciado por Fabi Tron (Córdoba), Valeria Flores (Neuquén), Gabriela Adelstein (Buenos Aires), Coca Gavrila (La Plata) y María Luisa Peralta (Buenos Aires), en los años siguientes se mantendría activo a cargo de nuevos equipos de militantes ubicadas en diversas zonas del país.[220] La periodista y militante lesbofeminista Adriana Carrasco analizó el tetazo en estos términos: En los últimos años Argentina se ha mostrado como un destino muy amigable para el turismo LGBT+,[221] mostrando un auge que también es visible en ciudades del Cono Sur, como Montevideo y Santiago de Chile.[250] Contradictoriamente con aquellas expresiones, diversas publicaciones han llamado la atención sobre manifestaciones homofóbicas del presidente y su equipo.Sostuvo que "en sus versiones más extremas la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil.
Representación de una mujer siendo torturada en el
Museo de la Inquisición
de
Lima
, donde eran enviadas para ser juzgadas por
sodomía
, las personas que mantenían relaciones sexuales con personas del mismo sexo.
Salvadora Medina Onrubia
, feminista, anarquista y bisexual, publicó en 1926 su cuento «El quinto», primera obra literaria lésbica argentina.
Emma Barrandéguy
(1980), en su novela autobiográfica
Habitaciones
deja un testimonio detallado del amor entre mujeres en las décadas de 1930, 1940 y 1950.
«Carta de persona a persona» (1983). Escrita a máquina por
Elena Napolitano
, era entregada mano a mano cuando la dictadura aún estaba en el gobierno y no se habían formado ningún grupo LGBT.
El 7 de marzo de 2010 fue asesinada «por lesbiana» Natalia "Pepa" Gaitán. Los medios de comunicación no difundieron el caso, pero a medida que el hecho fue siendo conocido por la comunidad lésbica, desencadenó una reacción para condenar y visibilizar el asesinato como un
crimen de odio lésbico
. En su memoria ese día se estableció como
Día de la Visibilidad Lésbica en Argentina
.
La
causa por la inocencia de Higui
, procesada y encarcelada por haber matado a uno de los violadores que la atacaron, fue levantada como una de las banderas del movimiento lésbico en la segunda década del siglo
XXI
.
Dos jóvenes se besan en una marcha feminista en medio de la «ola verde».
27.ª Marcha del Orgullo en Buenos Aires, 2018.
Mostrar los pechos y los «tetazos» es una de las modalidades de acción de los movimientos feminista y lésbicos.
Transmisión por TV del momento en que se aprueba el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo en la Cámara de Diputados, festejado por manifestantes.