A los dieciséis años comenzó su carrera como segundo ayudante de dirección en La gran tentación, película en la que trabajaban Carlos Cores y Elisa Christian Galvé, entre otros.
En 1950 empezó a trabajar con Eduardo Bedoya en Artistas Argentinos Asociados en la parte de producción.
También comienza a acentuarse la censura, sobre todo durante la época en que Miguel Paulino Tato fue censor del gobierno peronista de María Estela Martínez.
En 2001 recibió el Premio Konex - Diploma al Mérito por su trayectoria como Productor en la última década.
En los años '50 Olivera tuvo un breve romance con la actriz Gilda Lousek, según reveló en su autobiografía.