San Telmo (Buenos Aires)

Caseros y Piedras, aunque zonas aledañas entran en la misma denominación con fines comerciales o inmobiliarios.

[4]​ Así, el barrio comenzó a ser llamado Alto de San Pedro.

Allí, los vecinos porteños juraron la independencia argentina respecto a España, firmada en Tucumán en 1816.

La plaza fue nombrada del Comercio en 1822, y en la década de 1860 se estableció en el antiguo hueco el Mercado, que permaneció hasta que en 1897 se inauguró el aún existente Mercado San Telmo.

Recién llegados a Buenos Aires y buscando suerte, trabajadores y luego familias enteras se instalaban precariamente en estos llamados conventillos, que en caso de no lograr ascensión social terminaban transformados en viviendas definitivas.

En estas viejas casas coloniales, llegaban a convivir numerosas familias hacinadas en cuartos y compartiendo un único sector de servicios, mientras las clases altas se enriquecían con rentas y construían sus nuevas mansiones en el Barrio Norte.

Mientras la zona norte del casco histórico de Buenos Aires (San Nicolás y Retiro) se transformó en el centro financiero de la ciudad y una importante zona comercial, el viejo Barrio Sur quedó parado en el tiempo, con sus viejas construcciones coloniales aún en pie y manteniendo su función residencial, aunque ya no ocupado por las enriquecidas familias tradicionales, sino por los inmigrantes en los conventillos.

El barrio llegó a un punto tal que en 1957, la Municipalidad de Buenos Aires consideró una propuesta del arquitecto Antonio Bonet que significaba demoler masivamente todo el lugar para transformarlo en un inmenso barrio al estilo moderno, con monoblocks residenciales y grandes espacios abiertos.

Por esas décadas, a medida que la arquitectura moderna comenzaba a difundirse en la Argentina, comenzaron las demoliciones y modificaciones de numerosas construcciones del barrio, perdiéndose parte de su importante patrimonio, por esos tiempos aún no valorado.

En 1970, gracias a la iniciativa del arquitecto José María Peña, fundador del Buenos Aires Museo, se creó en la Plaza Dorrego la Feria de Cosas Viejas y Antigüedades San Pedro Telmo, dedicada a las antigüedades y con el objetivo de lograr que los porteños valorasen el patrimonio histórico.

Así, las calles Independencia, San Juan y Garay fueron ampliadas y se demolieron todas sus construcciones anteriores a 1910, entre ellas la Casa del Naranjo, la más antigua de la ciudad en pie (siglo XVII).

[9]​ Ya quebrado irreversiblemente el tejido del barrio, atravesado por las nuevas avenidas, en 1979 el arquitecto Peña encabezó el proyecto del distrito U.24 (Urbanización 24), un área de 120 manzanas del Barrio Sur en el cual se deberían mantener intactas las construcciones patrimoniales, y las que se construyeran en el futuro deberían tener estilo contemporáneo, para no confundirse con las auténticas.

[10]​ La demanda de locales también generó un boom inmobiliario, revalorizando los comercios y casas antiguas.

9- Parroquia de San Pedro Telmo:  Este templo fue construido por los jesuitas y el barrio debe su nombre a la devoción de esta parroquia (San Pedro González Telmo.

Su construcción comenzó en 1734 y se terminó a mediados del siglo XIX.

La Iglesia de Belén.
La Casa de los Ezeiza, luego conventillo y actual galería de antigüedades.
Gente caminando por la calle Defensa .
Una curiosidad del barrio es la Casa Mínima , la casa más angosta de la ciudad. Esta casa tiene un frente de 2,50 metros de ancho y 13 de profundidad. Se trata de una propiedad residual de una propiedad mayor, construida entre fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX .
Recorría un pequeño arroyo que cruzaba el barrio de San Telmo en el pasado, fue redescubierto accidentalmente en 1985 bajo una casona construida en 1830. Tras de 20 años de trabajo arqueológico, en la actualidad es posible recorrer un laberinto de túneles que permite descubrir más de cuatro siglos del pasado de Buenos Aires.
Antiguo Almacén de San Telmo