Después de iniciar diferentes estudios superiores, optó por formarse en la cinematografía, para lo cual se trasladó a Italia.
Vivió en Roma, París, Londres, Estocolmo, México, Nueva York, Río de Janeiro y Cuernavaca.
[4] Su padre solucionó el problema consiguiendo que viera su primera película, a los cuatro años, desde la cabina de proyección.
[6] La mayoría de las ocasiones veía un filme estadounidense, ocasionalmente una película italiana o francesa, y los domingos, cine nacional.
Consideraba que debía divertirse con los demás niños del barrio y hacer otro tipo de actividades recreativas, tales como ir en bicicleta.
A partir de esos episodios, su madre procuró alejarlo del cine para hacerle ver la realidad.
No encontraba un relevo generacional apto para las estrellas que lo habían cautivado durante su infancia, a excepción de Marilyn Monroe y Gloria Swanson.
[4] No sentía simpatía hacia ella ya que era expresamente peronista y él se oponía a ese movimiento político desde que su líder, Juan Domingo Perón, había prohibido la importación de películas norteamericanas a la Argentina.
Allí "Hollywood era una mala palabra, la imaginación el enemigo número uno del cine, las obras de autor una blasfemia".
Entre sus primeros borradores se encontraba uno en inglés, titulado Ball cancelled, imaginado para Ingrid Bergman y Anthony Perkins.
En la capital italiana, su amigo Fenelli reiteró su consejo e insistió en que escribiera sobre algún tema conocido, algo autobiográfico.
[4] Más tarde se mudó a Nueva York, donde siguió trabajando en el texto que acabó siendo su primera novela, La traición de Rita Hayworth.
Durante la escritura, cambió su sobrenombre Coco por "Toto" así como el nombre de su primo Jorge por "Héctor".
Se presenta como un "folletín en dieciséis entregas" y convirtió a Puig en un escritor de renombre en la Argentina.
La publicación fue recibida por algunas personas como una intromisión en la vida privada de algunos ciudadanos, dado que las situaciones y relaciones narradas pudieron ser fácilmente identificadas por los villeguenses.
[17] Precisamente, el autor las había tomado, al igual que con su libro anterior, de conversaciones oídas a escondidas.
[18] La adaptación cinematográfica, estrenada en 1974, fue impulsada y llevada a cabo por el prestigioso director Leopoldo Torre Nilsson.
Alfredo Alcón ocupó el rol de Juan Carlos Etchepare, mientras que Marta González interpretó a Nené.
[19] Ese mismo día Puig recibió por vía telefónica una amenaza de muerte por parte del grupo parapolicial Triple A -dirigido por el ministro de Bienestar Social José López Rega y vinculado a la logia anticomunista Propaganda Due y la CIA- mientras se encontraba en México, razón por la cual no volvió a Argentina y se radicó en ese país.
En 1980 Manuel Puig se radicó en Río de Janeiro, donde conoció al director argentino Héctor Babenco, a quien autorizó la adaptación para cine, que se estenaría en 1985 con el mismo título: El beso de la mujer araña.
[21]Le película tuvo una carrera comercial muy exitosa y recibió premios tanto en Cannes como en la ceremonia de los Oscars.
Años más tarde, la novela también se convirtió en una comedia musical de gran éxito en Broadway y en una ópera con música del alemán Hans Werner Henze.
En 1979 publicó Pubis angelical, que fue un best seller en España y fue llevada al cine por Raúl de la Torre.
El año que se estableció en Brasil, publicó la novela Maldición eterna a quien lea estas páginas, inspirada en sus últimos años neoyorquinos.
Aunque no hay estudios fehacientes al respecto, se supone que la versión original del texto fue en inglés.
Si en las tres novelas anteriores Puig había recurrido a la construcción de una voz ficcional (Molina, Ana, Ramírez) que se contrapone o complementa a una real (Valentín, Pozzi, Larry), en esta obra la voz real (Josemar, el joven) es reconstruida a través de un narrador externo que utiliza el estilo indirecto libre, pero es apenas contradicha por la voz ficcional, que la interroga, la contradice y pone en duda algunos detalles.
Si bien ya no iba al cine, tenía estrictamente agendados dos o tres títulos por día para ver en su casa.
[32] Puig ya había observado que la crítica usaba su novela anterior para manifestar una opinión negativa a su última producción.
[36] En los meses previos había dejado de fumar por orden del médico y realizaba caminatas diarias.
Al velatorio solo asistieron seis personas entre las que estaban su madre, sus amigos Javier Labrada y Agustín García Gil y su colega Tununa Mercado (quien se encontraba allí a razón de un coloquio al que debía presentarse en la ciudad de Xalapa, en Veracruz.