[30] Elegido presidente, luego de que Menem no se presentara al balotaje, algunos diarios, como La Nación, comenzaron a identificar al kirchnerismo como una corriente política con características propias, al punto de titular que el expresidente radical Raúl Alfonsín: «Alfonsín dice que se volvió kirchnerista».
[31] Finalmente, el kirchnerismo adquirió una clara autonomía política, cuando en las elecciones legislativas de 2005 el kirchnerismo enfrentó al duhaldismo, en la crucial Provincia de Buenos Aires, con una lista propia encabezada por Cristina Kirchner, quién venció a Chiche Duhalde, candidata del Partido Justicialista.
El filósofo José Pablo Feinmann reconoce su existencia, pero considera que sería responsabilidad de la oposición y no del gobierno.
En el libro Lejos del bronce: Cuando Kirchner no era K (2014), del peronista Julio Bárbaro y el radical Omar Pintos y el periodista Oscar Muiño, se describe a Néstor Kirchner de «personalista».
[54] El periodista Diego Rojas, desde el punto de vista trotskista, considera que el kirchnerismo es un movimiento «feudal» conservador, término utilizado en un sentido coloquial, para referirse a su presencia en las provincias, con políticas «caudillistas», «tradicionalistas» y «clientelares», en beneficio de la «clases superiores».
[55] Por su parte, el profesor estadoundiense Robert Rotberg, publicó en 2019 un libro sobre «cómo los políticos y las grandes empresas roban a los ciudadanos» en América Latina, dedicado principalmente al lava jato de Brasil conducido por el juez Sergio Moro, que tuvo como principales acusados a la expresidenta Dilma Rousseff -que fue removida del cargo por juicio político- y al expresidente Lula da Silva, condenado a 12 años de prisión y excluido de sus derechos políticos (luego del libro la Corte Suprema anuló todos los casos contra Lula da Silva).
[56] Asimismo, algunos de sus dirigentes han tenido acusaciones penales por traición a la patria corrupción, entre otras imputaciones.
Desde 2003 a 2007 el país registró una fase de crecimiento económico con tasas que oscilaron en torno al 9 % (8,8 % en 2003, 9 % en 2004, 9,2 % en 2005, 8,5 % en 2006, 8,7 % en 2007, 6,8 % en 2008).
Desde el Gobierno se detalló un sistema nuevo, decidió una modificación adaptable al consumo actual, dado que algunos productos antes evaluados, ni siquiera son relevantes o producidos en el presente debido al cambio de los hábitos de consumo.
Una de las primeras medidas adoptadas por la presidenta Fernández fue la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, designando a su cargo a Lino Barañao, un reconocido biólogo molecular.
La ley dio origen a un nuevo Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).
[74] Durante la gestión, se realizaron medidas para enfrentar la crisis económica mundial que comenzó en 2008, en diversas etapas englobadas en un plan anticrisis con el fin de impulsar la economía y evitar despidos en los sectores afectados.
También continuó con el Plan Patria Grande iniciado en el gobierno anterior, con el fin de otorgar documentos a los inmigrantes en situación irregular.
[97] Además se sancionó el Decreto 1602/09 estableciendo la generalización de la asignación familiar por hijo para todos los niños menores de 18 años cuyos padres se encuentren desocupados o trabajen en la economía informal por una remuneración que no sea superior al salario mínimo, vital y móvil, incluyendo los monotributistas sociales.
Tras la alianza entre ambos, propiciada por Cristina, el kirchnerismo volvió a unirse con sectores del peronismo que se habían distanciado de ella, tales como el massismo, el Movimiento Evita y varios gobernadores del PJ.
[cita requerida] La crisis económica en Argentina, caracterizada por una alta inflación[114] y una tasa de pobreza del 40%,[114] puso al Kirchnerismo en una situación crítica.
Este escenario se agravó durante las elecciones legislativas de 2021, donde el kirchnerismo sufrió pérdidas significativas tanto en diputados como en senadores.
[115] Ante este panorama, CFK temía que el peronismo experimentara su peor desempeño histórico quedando en tercer lugar.
Alberto Fernández ya había confirmado que no buscaría la reelección[117] y CFK también descartó cualquier candidatura.
Se confirmó también que tanto Wado como Scioli habían retirado sus candidaturas.
[122] En las PASO, Massa derrotó a Grabois[123] y Unión Por La Patria se posicionó como el tercer espacio más votado.
Sin embargo, al no cumplirse los requisitos mínimos para evitar una segunda vuelta, se tuvo que ir a una.