La Ciénaga (película)

Cuenta con la participación de Graciela Borges, Mercedes Morán, Martín Adjemián y Daniel Valenzuela en los papeles principales.

[2]​[3]​ En la ciudad de La Ciénaga (Salta) vive Tali (Mercedes Morán) y su marido Rafael (Daniel Valenzuela), quienes tienen cuatro hijos pequeños.

Esto de dejar la historia inconclusa, es decir, el final abierto, es también una semejanza que tiene el film argentino con el cine moderno.

Graciela Borges estaba en ella y me di cuenta de que había encontrado mi personaje.

En declaraciones recientes, la productora Lita Stantic confesó que “con La Ciénaga me pasó algo muy especial.

Para la productora, la importancia de la película radicó también en que, hasta ese momento, el cine argentino era en esencia “porteño, blanco, masculino y moralista”.

[8]​ El autor Eduardo Guillot Hevia comentó en el libro "Un lugar en el mundo"; se puede decir que “La Ciénaga” es una película delicada.

Es un objeto precioso dentro del cine local y un material frágil que merece cuidarse.

Eran films hechos casi siempre con iluminación natural, en espacios reales y con la cámara al hombro.

Así los films entran en un género casi documental, con tomas de larga duración y despreocupadas.

Le da al espacio una fuerza casi gravitacional frente a las personas que lo vivencian.

En la secuencia del baile, el montaje fragmentado y la cámara en mano recrean un espacio que pareciera superpoblado.

Es aquí donde la atmósfera de tensión, peligro y violencia del lugar se hacen realmente tangibles.

La directora le impide tener una visión panóptica, negándole una respuesta a sus interrogantes, sea porque se comparte la ignorancia con el personaje (el caso de la escena que Momi espía a Isabel), o porque lo coloca en una posición de inferioridad respecto al saber del personaje.

Todo esto explica que sus películas no tengan un verdadero desenlace en el sentido clásico de la palabra.