[29] Irving regresó de Europa para estudiar derecho con su mentor legal, el juez Josiah Ogden Hoffman, en Nueva York.Irving pasó los siguientes dos años tratando de rescatar financieramente a la empresa familiar, pero finalmente tuvo que declararse en bancarrota.[50] Irving escribió la historia breve Rip Van Winkle durante la noche, mientras estaba con su hermana Sarah y el marido de esta, Henry van Wart, en Birmingham, Inglaterra, un lugar que le inspiró también otras obras.Pasó una etapa bloqueado como escritor y deprimido por la muerte de su hermano William, en la cual Irving trabajó lentamente.[64] Irving estuvo satisfecho por la recepción de la obra, que hizo mucho para consolidar su reputación entre los lectores europeos.Aquí deslumbró a la Familia Real y se juntó con la señora Amelia Foster, una estadounidense que vivía en Dresde con sus cinco hijos.Se alojó en la casa de Obadiah Rich, que tenía una gran biblioteca con muchos libros sobre España y América.[79] Al llegar a Andalucía visitaron Santa Elena, La Carolina, Andújar, El Carpio, Córdoba, Almodóvar del Río, La Rábita, Alcalá la Real, Puerto Lope, Pinos Puente, Granada, La Zubia, Lanjarón, Cádiar, Darrical, Berja, Adra, Málaga, Ronda, Atajate y Gaucín.[105][104] El 17 de mayo Edgar Irving se marchó, recorriendo Andújar, Córdoba, Sevilla y regresando a Gibraltar.[104] Durante su estancia en Granada, Washington Irving entabló amistad con el duque de Gor, que tenía una casa en la ciudad.Estos la titularon La Alhambra, por Geoffrey Crayon, autor del Libro de bosquejos, Bracebridge Hall, Historias de un viajero, etc (The Alhambra, by Geoffrey Crayon, Author of the Sketch Book, Bracebridge Hall, Tales of a Traveller, etc.).Los dos trabajaron durante el siguiente año para negociar un acuerdo comercial entre los Estados Unidos y las Indias Occidentales Británicas.[135] Críticos como James Fenimore Cooper y Philip Freneau consideraron que había ignorado su herencia estadounidense en favor de la aristocracia británica.[141] En 1835 Irving compró una «cabaña descuidada» y los terrenos donde se encontraba, en Tarryntown, Estado de Nueva York.[142] Requirió reparaciones y renovaciones durante los siguientes 20 años, con costos que aumentaban continuamente, por lo que aceptó a regañadientes convertirse en colaborador habitual de la revista The Knickerbocker en 1839, escribiendo nuevos ensayos e historias cortas bajo los seudónimos de Knickerbocker y Crayon.Entre estos estuvo Edgar Allan Poe, que le pidió su opinión a Irving sobre sus obras William Wilson y La caída de la Casa Usher.[148] Irving escribió: «Será una prueba severa ausentarme por un tiempo de mi querida pequeña Sunnyside, pero volveré a ella mejor capacitado para llevarla cómodamente".[152] En junio se dirigió a Madrid con Hector Ames, un neoyorkino destinado al personal de la embajada en aquella ciudad.[154] Luego se reunió con el embajador británico Henry Wellesley, hermano del I duque de Wellington.[161] Él esperaba que su puesto como embajador le dejase mucho tiempo para escribir, pero España tuvo problemas políticos la mayor parte del tiempo, con varias facciones intentando controlar a Isabel II.El 3 de mayo pasó a ser presidente Narváez, empezando un periodo conocido como la década moderada.Estos sucesos del siglo XIX español fueron narrados por Irving en las cartas que escribía[169] y en sus informes para el secretario de Estado.[180] Al llegar, se encontró la ciudad decorada durante tres días, con balcones con colgaduras, arcos del triunfo, procesiones y otros actos públicos de celebración durante tres días, por el comienzo del reinado de Isabel II.[184] Irving escribió que, tras surgir estas rebeliones, todo el país se puso bajo ley marcial.[216] Poco después, fue informado de que el presidente James K. Polk había designado a Romulus M. Saunders como nuevo embajador en Madrid.Luego fue por tierra a Nueva York, donde tomó un barco el 19 de septiembre para Tarrytown,[224] donde se encuentra Sunnyside.[236] Una multitud contempló el traslado del ataúd abierto de Irving, seguido por un cortejo fúnebre donde al principio solo hubo carruajes de familiares y amigos cercanos, y al que luego se unieron otros carruajes que habían acudido para ello.George William Curtis escribió: «no hay un joven aspirante a escritor en el país, que, habiendo conocido alguna vez a Irving en persona, no haya escuchado de él las palabras más agradables de simpatía, respeto y apoyo».[246] Críticos posteriores, sin embargo, empezaron a revistar sus escritos como si tuvieran un estilo carente de substancia.En febrero de 1941 el escritor Bill Finger le puso este nombre a la ciudad ficticia del superhéroe Batman.
Lápida de mármol en recuerdo de Washington Irving en la Alhambra de Granada. Fue inaugurada por el Real Patronato de la Alhambra en 1914.
Casa de Londres con la Abadía de Westminster al fondo. Louis-Pierre Spindler. 1834-1836.
La ciudad de Washington D. C. desde Navy Yard. George Cooke. 1833.
Sunnyside, en el Estado de Nueva York.
La reina Victoria. Herbert Luther Smith. Hacia 1840.
El Convento del Espíritu Santo de Madrid. Fue abandonado en 1823 por los religiosos. Entre 1834 y 1843 fue la sede de las Cortes de España.
La calle de Alcalá y la Cibeles. Madrid. 1838.
La reina Isabel II. Federico Madrazo. Siglo
XIX
.
Washington Irving en Sunnyside, acompañado por otros escritores. De izquierda a derercha: Henry T. Tuckerman, William Gilmore Simms, Oliver Wendell Holmes, Fitz-Greene Halleck, Nathaniel Hawthorne, Henry Wadsworth Longfellow, Nathaniel Parker Willis, William H. Prescott, Washington Irving, James K. Paulding, Ralph Waldo Emerson, William Cullen Bryant, John P. Kennedy, James Fenimore Cooper y George Bancroft. En la parte superior derecha de la pared hay un busto de
William Shakespeare
. Christian Schussele. 1864.
Lápida de Washington Irving. Cementerio de Sleepy Hollow. Estado de Nueva York.
Busto de Washington Irving en Irvington, Estado de Nueva York.