Limita con los municipios de Granada, Huétor Vega, Cájar, Monachil, Dílar, Gójar y Ogíjares.
Cuenta con áreas recreativas, prados, cuevas y cerros que fomentan el turismo activo.
Esta última toma su nombre en honor de una importante dama del siglo XVIII que supo hacer valer su nombre en una época en la que la mujer no podía ser un personaje público.
Reflejo de aquellos tiempos se pueden identificar los diferentes pilares públicos, que abordan las calles del pueblo.
Son escasas las referencias arqueológicas anteriores que han llegado a la actualidad pues, con toda seguridad, el casco urbano se levantó y desarrolló sobre los restos de lo que sería dicho asentamiento romano.
Como muestra de esta civilización se puede ver un ara romana con una inscripción latina, aunque se encuentra borrada ya que la piedra fue reutilizada como base para erigir la Cruz de San Antón en el siglo XVII, precisamente en la calle del mismo nombre.
Ellas son el testimonio vivo de un cultivo que llegó a producir hasta 10 000 arrobas (110 000 kilogramo) en un solo año.
La reina, que estaba en clara desventaja, se refugió entre unos frondosos laureles y dirigió sus plegarias a San Luis.
Sus tropas ganaron la escaramuza y la reina hizo voto de construir allí un convento a dicho santo.
De dicho convento hoy solo queda la iglesia, en cuya portada se pueden ver los símbolos e iniciales referentes a los Reyes Católicos.
A un lado aparece un mirador construido con motivo del viaje de la reina Isabel II que permite apreciar la vega en una gran extensión, y al fondo la ciudad de Granada.
Fue construido por el arzobispo Bienvenido Monzón y Martín sobre los restos del antiguo convento.
Durante cuatro o cinco días la localidad celebra sus fiestas mayores con diversidad de actividades, verbenas, conciertos y actos deportivos.
Se celebran en el céntrico barrio de San Pedro, en torno a la ermita homónima del santo situada en la plaza España.
Cuentan con gran popularidad entre los vecinos que abarrotan sus calles durante los cuatro días de fiesta.
Atracciones de feria, barras y puestos ambulantes se reparten por diversos lugares del barrio zubiense durante dichos días.
Como curiosidad cabe destacar que el patrón de La Zubia fue elegido por votación popular en 1748, quedando en segundo lugar San Miguel Arcángel.
Otra curiosidad se dio en los años del hambre, durante la posguerra española (1939-45).
En la media noche del Jueves al Viernes Santo se celebra el vía crucis con la imagen de Cristo Crucificado finalizando en la ermita del Calvario o de San Pedro.
Durante el itinerario por los aledaños del templo parroquial, los vecinos levantan altares en honor al Santísimo Sacramento y engalanan sus calles.
Arranca con un traslado de la imagen desde su ermita hasta la cercana plaza del Castillo donde se realiza una solemne eucarístia en su honor.
La influencia morisca se sigue dejando sentir en el trazado del barrio Alto, en la estrechez de algunos callejones y calles como la de Miguel Hernández, antigua calle Real.
En ella se alzan casonas de familias importantes como lo demuestran sus imponentes portadas, cierres o balcones.
Sin embargo, las antiguas huertas que presidían el centro del pueblo casi han desaparecido.