Está compuesto por acantilados que superan los 100 metros de altura, formados por roca cuarcita armoricana con una marcada resistencia a la abrasión.
Desde la peña la Gaviera (a 94 m) se puede divisar el cabo Vidio, e incluso el cabo Busto, hacia el oeste, y la puntas del Castro, de la Narvata, del Aguión, de la Vaca y de Tazones hacia el este.
Cuenta además con las playas de Xagó, Verdicio, Llumeres, Bañugues y Moniello.
Esto también se hacía en las cercanías de los puertos como en Candás y en Luanco.
Hoy en día el proceso está automatizado e informatizado, no siendo necesaria la manipulación diaria, pero si una continua supervisión que garantice su funcionamiento, especialmente cuando los temporales y las tormentas azotan la rasa costera, poniendo a prueba tanto los propios sistemas del faro como el suministro eléctrico y las comunicaciones.