Fue villa principalmente pesquera, aunque en las últimas décadas se ha desarrollado gracias al turismo.
Ya en el siglo XIII, Alfonso X concede Carta Puebla a Gozón por su importancia pesquera.
El bonito y las ballenas eran las principales capturas, cayendo la pesca de cetáceos a partir del siglo XVIII.
Durante la Guerra de la Independencia Española, los franceses ocuparon Luanco en 1809 y en 1811 causando graves daños en la villa.
A finales del siglo XIX, Luanco se convierte en un centro de ocio veraniego.
En el interior de la Iglesia Parroquial existen siete retablos barrocos, contemplándose en el principal la venerada imagen del Cristo del Socorro, que según la tradición local libró de la tempestad a unos pescadores luanquinos en el siglo XVIII.
En el entorno de Luanco destacan sendas costeras, calas y áreas recreativas.