Joaquín Francisco Pacheco

En 1832 se traslada a Madrid, allí ejerce como abogado, pero a la vez tiene inclinaciones literarias y periodísticas, fundando en 1834, el periódico La Abeja, que ejerció como órgano de expresión del moderantismo y se convirtió en su breve vida en uno de las mejores publicaciones de la prensa madrileña del momento.[1]​ También colaboró en otros periódicos como El Artista y El Español.Su gestión se limitó a mantenerse en el poder, sin llegar a poner en práctica ninguna medida eficaz e incurriendo en los mismos defectos de gobiernos anteriores.También publicó poemas como "Meditación" y "A la amnistía".Autor dramático, su nombre va ligado al Alfredo (1835), drama romántico que se desarrolla en la Sevilla medieval, muy elogiado por José de Espronceda y Juan Donoso Cortés, lleno de excesos y violencias, sobre los amores de un joven por su madrastra.
Joaquín Francisco Pacheco retratado en Los Poetas contemporáneos por Antonio María Esquivel , 1846 ( Museo del Prado , Madrid)