Perteneció al Partido Moderado y ocupó diferentes cargos políticos durante el reinado de Isabel II.Dos años más tarde se trasladaría a continuar sus estudios a Sevilla, ciudad de la que dependía políticamente Fregenal, donde acabaría sus estudios de filosofía en tan solo un año, ya que había cursado los dos primeros en su ciudad natal.Si bien es cierto que las enseñanzas de materias más innovadoras habían quedado estancadas en aquella época.Permaneció en su cátedra durante nueve años, hasta 1834, si bien es cierto que ya podía disfrutar por aquel entonces de su propio bufete de abogados en Sevilla, lo que obligaba a Bravo Murillo a derivar sus funciones, en ocasiones, en su hermano José Joaquín.Este despacho traería mucha fama en Sevilla al joven abogado frexnense, donde en 1831 lograría una sonada victoria.Las Cortes volvieron a reunirse en noviembre de 1837, donde Bravo Murillo ocupó su escaño por Sevilla.Del gabinete en el Gobierno, presidido por el conde de Ofalia, podría haber formado Bravo Murillo, pero las circunstancias le llevaron a no aceptar el cargo, ya que habría ocupado alguna de las carteras ministeriales que habían sido abandonadas ante las presiones del general Baldomero Espartero, que hacía y deshacía a su antojo apoyado en sus victorias contra los carlistas.Ya en 1840, y con el propósito de favorecer el poder de los progresistas y sobre todo el del general Baldomero Espartero, se convocaron elecciones, donde Bravo Murillo volvió a ser elegido como diputado, esta vez desde la provincia de Ávila, en las filas del Partido Moderado, que conseguiría afianzarse en las Cortes, inauguradas por la regente María Cristina en febrero del mismo año.Fue durante este periodo cuando Bravo Murillo pronunció sus primeros discursos en relación con la hacienda en España, que tan famoso lo harían posteriormente.Finalmente al llegar octubre de 1840 conseguiría al fin llegar a la regencia Baldomero Espartero, que había conseguido expulsar a la regente María Cristina y hacerse con el máximo poder en España.Aunque ahora el problema se situaba sobre quien conseguiría reunir los apoyos suficientes y la confianza de la reina para crear un gobierno.Tras ser acusado de utilizar la fuerza contra la joven reina para conseguir su propósito fue destituido y huyó a Portugal.En estas elecciones Bravo Murillo volvería a ser elegido diputado por Badajoz del Partido Moderado, que cosecharía una amplia mayoría en los escaños, no sin suscitar ningún tipo de sospechas.Políticos tan influyentes como Pacheco, Pastor Díaz e Istúriz se oponían a la reforma, que sin embargo era defendida por Bravo Murillo.Ya en 1847, durante el gobierno de Francisco Javier Istúriz, se realizaron unas nuevas elecciones.Junto a Bravo Murillo, entraron a formar parte del Consejo de Ministros los políticos moderados Santillán, en Hacienda; Seijas Lozano, en Gobernación; Oliván, en Marina; Roca de Togores, en Fomento y el general Manuel Pavía y Lacy, que sería sustituido por el general Oráa, en el Ministerio de Guerra.El nuevo Gobierno presidido por Pacheco pretendía un acercamiento de líneas entre los moderados y los progresistas.El nombre oficial del ministerio en aquella época era Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, y en dicho puesto había colocado Narváez al general Ros de Olano, que dejaría este puesto en favor del político extremeño.Posiblemente esta fue una de las razones que le llevaron a ocupar este puesto durante dos años.También intervino en la enseñanza universitaria, sin introducir grandes modificaciones, intentando lograr la eficacia y el orden de los planes ya establecidos con anterioridad.Cabe destacar el impulso que dio Bravo Murillo en referencia al ferrocarril y las sociedades por acciones, que serviría como base para la realización de las correspondientes leyes en referencia a estos temas, eso si, durante el bienio progresista.Bravo Murillo defendía, a su vez, que las competencias de la elaboración del ferrocarril debían pertenecer al Estado y que él mismo debía iniciar la explotación ferroviaria, como en otros países europeos.Entre las políticas llevadas a cabo por Bravo Murillo durante su mandato en Fomento sobresalió la iniciativa para la elaboración del Canal de Isabel II.Las reformas orgánicas y burocráticas de Bravo Murillo perduraron prácticamente en lo que restaba del siglo XIX.Aprovechando el momento propicio de la Década Moderada que en 1845 ya había aprobado la Ley de Donación de Culto y Clero que restituía a la Iglesia católica en los bienes desamortizados y no vendidos, aprobó y firmó con el papa Pío IX un concordato por el que el Estado español reconocía a la Iglesia católica como la única de la "nación española" así como sus derechos a poseer bienes.Se trasladaría entonces a París, ya que tras dos años fuera del gobierno se produciría una Revolución liderada por el general O'Donnell que devolvería al poder a Espartero, dando inicio al Bienio Progresista.Demuestra este testimonio la difícil situación a la que se enfrentaba la reina, en unas Cortes de mayoría moderada.Con todo ello en la sesión parlamentaria había que elegir a un nuevo presidente para el Congreso de los Diputados.Una sesión donde Bravo Murillo venía a representar el núcleo más duro de los moderados.De esta forma se presentó por parte del gobierno como candidato a Luis Mayáns.
Ramón María de Narváez
confiaría en Bravo Murillo para entregarle las carteras de Fomento y Hacienda. A la caída de su gobierno, sería Bravo Murillo quien lo sucedería.
Monumento dedicado a Bravo Murillo en la calle que hoy lleva su nombre en
Madrid
. En él se homenajea su actuación durante los años al servicio del Estado español.