La Ley de Puertos Francos de Canarias fue una ley española promulgada por el ministro Raimundo Fernández Villaverde en 1900.
Anteriormente fue un real decreto impulsado por Juan Bravo Murillo en 1852.
Esta ley provocó un notable crecimiento de la economía de las islas, favoreciendo el comercio y la exportación del plátano y el tomate con el continente europeo desde principios del siglo XX.
Los efectos beneficiosos de la ley duraron hasta entrado el tercer cuarto del siglo XX, cuando los Puertos Francos perdieron su atractivo como incentivo fiscal con la implantación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF) y el mercado único europeo.
[cita requerida] Perdida su condición de puerto franco, surge la necesidad de establecer medidas que permitieran equilibrar y recuperar, al menos en parte, esta libertad comercial y fiscal que históricamente había venido disfrutando Canarias.