Vergara

Con la irrupción de la industria a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Vergara se convirtió en un importante centro fabril centrado en la industria textil y metalúrgica.

La producción textil llegó a ser tan importante y característica que al mahón se le ha venido denominando «azul vergara».

El conjunto descansa sobre una barreta, colgando de esta tres listones en oro con una ara sobre un campo rojo.

La AP-1, por el extremo sur, llega a Vitoria, capital de la Comunidad autónoma Vasca, y la ruta principal para llegar a Madrid, capital de España, y el eje transversal Beasáin–Durango.

Vergara se encuentra equidistante de las tres capitales vascas Bilbao, San Sebastián y Vitoria.

En paralelo a la provincial está la autopista Éibar–Vitoria (AP-1), con dos salidas en sendos extremos del núcleo urbano: Amillaga e Ipiñarri (fecha de finalización para el 2008).

Este eje, que sustituye a la carretera provincial GI-632 (fecha de finalización para el 2010), en Beasáin se enlaza con la A-1 y en Durango con la AP-8.

En la actualidad no se ha llegado a construir el proyectado tranvía del Alto Deva, que debía unir (se preveía que la primera fase entrase en funcionamiento para el año 2010) las localidades de Vergara, Mondragón y Arechavaleta.

En él desembocan otros ríos y arroyos que completan la hidrografía de Vergara.

A principios del siglo XIX Tomás López en su diccionario decía; Con una altitud de 149 m sobre el nivel del mar, Vergara se asienta en un terreno de margas cretáceas con areniscas intercaladas.

El relieve es muy severo con pendientes y pocas llanuras con muchas elevaciones que rondan los 700 m de altitud.

Las cadenas montañosas recorren el territorio municipal en dirección noroeste a sudoeste y en ellas destacan las cumbres del Elosua de 709 m que se alza sobre el núcleo urbano, Irutontorreta, Gurutzeaga, Galarraga, Azaldeguieta, Goi-mendi y Aingeru-buru.

En estos terrenos se ubican las casas de campo dedicadas a la agricultura, los caseríos.

Los bosques están formados por castaños, robles y hayas, aunque los pinares, de pino insignis, destinados a la explotación forestal ocupan una gran superficie.

En los valles se produce, frecuentemente, la inversión térmica que provoca nieblas y brumas matinales.

En el siglo XIX la metalurgia se completó con la industria textil, que tomó gran importancia.

La agricultura y la ganadería, como todo el sector primario, no han tenido, ni tienen gran relevancia.

Aun teniendo Vergara un importante patrimonio monumental no hay una actividad turística relevante.

El impacto de la industria textil fue tan relevante que a Vergara se le conoce con el sobrenombre de «la villa mahonera» y al azul mahón se le llama azul vergara.

El sector textil se establece en la villa en 1846 con la creación de la sociedad Fois, Silva, Blanc y Cía.

Alrededor de esta compañía se establecen otras muchas, tintorerías y tejedurías.

Aunque fue en el siglo XIX cuando se implantó la industria textil, existía cierta tradición en la fabricación de tejidos en la villa.

Hay fábricas de máquina herramienta, accesorios del automóvil, tornillería, forja, fundición y electrodomésticos.

Por esta vía se exportará la lana de los grandes rebaños castellanos a Inglaterra y entrará el hierro necesario para las ferrerías.

En 1629 se separa Anzuola y poco después intenta hacerlo, sin éxito, la anteiglesia de Oxirondo.

En este siglo se transforma el Camino Real para que puedan transitar coches.

En 1918 la compañía Anglo-Vasco-Navarra inaugura su línea Vergara-Vitoria uniéndola a la anterior en la estación de Mekolalde.

El casco histórico de Vergara está declarado conjunto monumental desde junio del año 2003.

Son muchos los monumentos menores, en su mayoría ermitas y caseríos, que se extienden por el territorio municipal de Vergara.

Suele ofrecer, así mismo, exposiciones temporales con diversa temática, principalmente de ciencias.

Vista de Vergara
Real Seminario de Vergara
Ayuntamiento de Vergara
Hórreo de Agarre o Agirre
Modelo anatómico de ojo derecho
Ojo derecho de la colección de modelo anatómicos del Museo Laboratorium de Bergara