Unión Cerrajera (Mondragón)
[1] La Unión Cerrajera ha jugado un papel importante en la localidad a lo largo de su historia.Históricamente ha habido una colaboración estrecha entre la Unión Cerrajera y la empresa Altos Hornos de Bergara.Históricamente la industria del hierro ha sido importante en Mondragón, lo mismo que en otros lugares del País Vasco, ya en el siglo XV había fabricante, como los Bañez de Artazubiaga, que eran conocidos en Europa.Los sucesos del siglo XIX, las guerras carlistas, las desamortizaciones y el traslado de la aduana del Ebro a la costa tuvieron una gran incidencia en la sociedad de la villa de Mondragón, muchas familias con un patrimonio formado tradicionalmente con base en la economía del caserío, se aventuraron al mundo industrial que estaba naciendo.En 1863 Mateo Urzelay abandona la sociedad que se remodela y pasa a denominarse, el 22 de febrero de 1869, "Sociedad Comanditaria Simple Vergarajauregui, Resusta y Cía" dedicada a la fabricación cerraduras lisas, llanas, huecas, picaportes, cerrojos, bisagras, candados, candiles, tiradores, etc.Por otra parte el potencial era superior en esta zona aguas abajo del río Deva.Posteriormente, Leandro se convertirá en un accionista más de la futura empresa cerrajera.Aunque los demás departamentos continuaron en activo, los trabajadores de los mismos ayudaron a los huelguistas y la empresa tuvo que ceder.Para el suministro energético usaban el agua del río Deva (tenían una presa en la zona de Echaluce en Mondragón) luego suscribió un contrato con la compañía oñatiarra Biain y Cía.En 1933 crea la Caja de Pensiones destinada a auxiliara los trabajadores y su familia que pasaran dificultades.Entre 1923 y 1930, bajo la presidencia de Fermín Resusta Mugica, construye casas para los trabajadores.Ese mismo año surge Ulgor la primera empresa del movimiento cooperativo de la zona quedaría lugar a Corporación Mondragon.Esto hace que muchos trabajadores de Unión Cerrajera, y personal formado en su escuela, se integre en las nuevas cooperativas.Unión Cerrajera de Mondragón va perdiendo inversiones y entrando en declive.El propio movimiento cooperativo que se desarrolló en Mondragón en la década de los años 50 del siglo XX de la mano de José María Arizmendiarrieta y que a por ende daría como resultado en relevante grupo cooperativo Corporación Mondragon, no se puede entender sin tener en cuenta Unión Cerrajera, su dinamismo industrial y a sus trabajadores.En 1917 un grupo de trabajadores despedidos de Unión Cerrajera por la huelga que habían protagonizado en el año anterior funda la empresa Ugarte y Cía que se dedica, principalmente, a la cerrajería.[7] En 1924 varios trabajadores que abandonaron la Unión Cerrajera fundan la empresa Elma, nombre que proviene del acrónimo de los apellidos de los fundadores, Echevarría, Leibar, Mendizabal, Agirrebeitia y Arregi.Se ubicó inicialmente en Zigarrola y a principios de la década de los años 30 se ubicó en Garibai y comenzó a fabricar dos líneas diferentes, mueble metálico (mesas, archivadores, ficheros...) e imprenta (carpetas, fichas... ).se aventuró a fabricar máquinas de escribir e incluso frigoríficos pero no tuvieron éxito.Tras la guerra civil todo el capital quedó en manos de los Arrúe y los San Martín que se fusionan con la empresa alemana Osbal.La gran mayoría de los edificios han desaparecido, quedando, posiblemente, el más emblemático del conjunto, no solo por su calidad arquitectónica sino también por ser el edificio de entrada, el que daba la imagen del conjunto desde 1939.Esta planta está atravesada, de frente a frente, por un pasadizo central a través del cual se realizaba el acceso al conjunto de las instalaciones.A las dos plantas superiores se accede por medio de una gran escalera con ojo central, que se dispone al final del pasadizo, en la esquina sudoeste del edificio, rompiendo así el esquema simétrico de la planta.En el forjado de la última planta se abren ordenadamente lucernarios para proporcionar una luz cenital.En coherencia con el sistema estructural elegido, las fachadas no son elementos portantes, sino ligeras membranas de cierre.Esto permite abrir a conveniencia grandes huecos rasgados horizontales, cerrados con carpintería metálica.Las fachadas se presentan desprovistas de ornamentación, en consonancia con el lenguaje arquitectónico elegido.