Finalmente, en 1978 se crea el TICCIH (The International Committee for the Conservation of the Industrial Heritage), comité encargado de estudiar, inventariar, conservar y difundir el Patrimonio Industrial, además de fomentar la relación entre las personas interesadas en esta materia a nivel internacional.
Además, se restauraron dos caserones de la familia Darby y varias viviendas obreras.
Bajo dicha torre, se localiza un museo que es entre los de su género el más importante en el mundo.
Tras su cierre en 1986 se han conservado todos los elementos del sistema productivo, un gran coloso de hierro cuya promoción turística le ha convertido en una importante fuente de beneficios.
En la Categoría de Patrimonio Industrial, cada año sale a concurso una propuesta para la rehabilitación de un edificio del patrimonio industrial andaluz, entre otros: Asturias conserva un rico patrimonio industrial derivado de la minería, la siderurgia y los ferrocarriles, con ejemplares únicos en España, como son dos plantas siderúrgicas aún en activo en Gijón y otra en Avilés, propiedad de la multinacional Arcelor.
En Asturias se encuentran asimismo llamativos ejemplos del llamado paternalismo industrial, con poblados actualmente protegidos, incluso algunos convertidos en museos.
El patrimonio industrial es un tema que despierta un interés creciente en la sociedad asturiana, viéndose reflejado con frecuencia en la prensa.
Además, la Asociación para Recuperación del Patrimonio Industrial (ARPI) trabaja para la recuperación y puesta en valor del patrimonio industrial, con importantes actuaciones en Barruelo de Santullán y comarca.
El patrimonio industrial catalán es muy vasto y está siendo objeto de especial atención, como el caso de las industrias textiles del río Ter, con su museo industrial o Can Batlló en Barcelona.
En la Comunidad Valenciana se conservan numerosos elementos de patrimonio industrial: papel, calzado, alimentación, electricidad, metal, textil y confección, mueble, juguete y cerámica...
Mientras que en Biar se encuentra un antiguo nevero también pendiente de rehabilitar, al igual que en Alicante sucede con los silos de San Blas y la antigua Refinería La Británica.
Existe en Portugal la Associação Portuguesa para o Património Industrial (APPI) la cual gestiona actividades y proyectos, denuncia agresiones y pone en valor su patrimonio industrial.
Debido al cierre progresivo de sus industrias hace unas décadas, se decidió darle otro impulso económico a la región; así, se creó una Ruta de Patrimonio Industrial que recorre toda la cuenca del río Ave atravesando todas sus poblaciones, restaurando la mayor parte de sus vestigios industriales, potenciando el turismo y poniendo en valor su patrimonio.
En la capital lusa se pueden destacar tres grandes zonas industriales: Oriente, Belém y Alcântara.
No obstante, tanto en una zona como otra, aún quedan diversas fábricas y conjuntos industriales, que no dejan más que justificar la importancia de la industrialización lisboeta.
Actualmente integrada plenamente a Lisboa, antaño se situaba a las afueras de la capital, por eso, allí se situaron una gran cantidad de industrias y barrios obreros.
En el centro neurálgico del barrio, cerca del Largo del Calvario, se encuentra una de las zonas fabriles mejor conservadas y, aunque la mayoría de fábricas han sido rehabilitadas como viviendas, concesionarios o pubs, todavía se mantiene su estructura y urbanismo.
Desde el 2004 funciona en el Perú el comité Peruano de Conservación del Patrimonio Industrial - COPECOPI, cuyos objetivos son la conservación, promoción y difusión del patrimonio industrial peruano.