El nombre de esta parroquia deriva del árabe al-qantara, que significa puente.
En el siglo XVI, había un pequeño riachuelo en el cual los nobles solían pasear en barcas.
A finales del siglo XIX Alcântara se convirtió en un área industrial, con muchas fábricas y almacenes.
Con el paso del tiempo, esta área ha perdido los antiguos edificios, el riachuelo y los lavaderos donde las mujeres iban a hacer la colada.
En la actualidad, se han creado algunos apartamentos y loft, desde los cuales sus propietarios disfrutan de inmejorables vistas al río.