Udalaitz

Dicen que en este lugar vivió y murió San Valero, obispo de Zaragoza en el siglo IV.

Seguimos el camino bien marcado y después de salir del bosque subimos, por una cansada pendiente, hacia las rocas que forman la crestería.

Debemos desviarnos ligeramente hacia el oeste para encontrar la brecha que mos permitirá pasar al pequeño llano donde se encuentran las ruinas de la antigua iglesia eremitorio.

Dejando el coche al lado del cementerio de Elorrio cruzamos la variante por un túnel que se encuentra al final del polígono industrial y una vez pasado el mismo cojemos la pista hormigonada que se abre a nuestra izquierda.

Cuando este camino se úne al procedente del valle de Arrazola ya vemos la impresionante mole del Udalaitz a nuestra izquierda, solo tenemos que seguir un kilómetro escaso para encontrar el desvío que nos acerca a la montaña por su cara este.

Una vez alcanzado el cresterio rocoso lo rodeamos hacia la pequeña explanada donde se encuentran las ruinas de la iglesia, en este rodeo pasaremos por la cueva donde podremos descansar.

Cumbre y cruz del Udalaitz
Udalaitz visto desde el Besaide.