Se conoce como Montes del Duranguesado, peñas del Duranguesado o sierra de Amboto al conjunto de picos y cimas que se extienden en el lado sur de la comarca vizcaína del Duranguesado, en el País Vasco, España.
Hacia el sur se cierra con la sierra de Eskubaratz y Arrietabaso.
Destaca por su espectacularidad y abundancia las formaciones de roca caliza arrecifal, también denominadas urgonianas.
Estas calizas ocupan una gran extensión y firman las mayores altitudes.
Los escarpes calcáreos de los montes del Duranguesado que se orientan en dirección noroeste sureste y van desde el Mugarra al Amboto llaman la atención desde el punto de vista geológico por su espectacularidad.
La erosión ha moldeado el relieve del Parque atacando y haciendo desaparecer la parte más blanda y dejando sobresalir a las partes duras como los espolones calizos.
Las rocas más antiguas forman un piso geológico que se denomina Neocomiense del principio del periodo Cretácico, perteneciente a la Era Secundaria o Mesozoinca y son materiales arenosos y arcillosos, la data de 140 millones de años se atestigua por los fósiles que contiene.
Esto hace que las reservas subterráneas de agua este en íntima relación con ella.
La erosión va calando hasta llegar a un extracto impermeable y buscar una salida formando un manantial o surgencia.
Aquí están los arroyos de Urkiola y Oleta que terminan en el río Zadorra.
Los arroyos que nacen en los barrancos de Inungane e Iturriotz-Txakurzulo formando el río denominado Mañaria.
En el barranco de Mendiola se forma el arroyo del mismo nombre y en los barrancos de Txareta y Atxondo surgen arroyos que van a parar al río Elorrio que a su vez, junto al Zaldu que viene de Zaldívar, conforma el Ibaizabal siendo esta una de las cuencas principales que recogen las aguas del Parque.
La vertiente mediterránea se sitúa en la parte sur del Parque, los dos principales ríos son el e Urkiola y el Oleta que acaban en el embalse de Urrúnaga y vertiendo al Zadorra y de allí al río Ebro.
Estas aguas tienen índices de mineralización inferiores a 350 mg/l presentando una clara facies bicarbonatada cálcica.
En el Parque se identifican dos subunidades, Aramotz - Amboto y Eskuagatx.
Los recursos de las subunidades localizadas en el parque natural se estiman en conjunto en 23,5 hm3/año.
[4] Los terrenos más ricos en cuanto a diversidad biológica y paisajística que conforman los Montes del Duranguesado forman el parque natural de Urkiola en donde destacan, principalmente, las aves rapaces, y entre ellas, los buitres.
Junto a la riqueza natural y paisajística la cultural no es menos importante.
Por el Puerto de Urkiola ha pasado un histórico e importante camino que unía estas dos relevantes áreas.
Una de las formas más populares para el disfrute del parque natural de Urkiola es el realizar paseos por sus bosques, subir a sus montañas y cruzarlo en bicicleta.
Aunque la altura de estas montañas no es relevante, la máxima cota es Amboto con sus 1.331 metros sobre el nivel del mar, los desniveles existentes si lo son.
Buena parte de los itinerarios que se pueden realizar a pie son también ciclables.
Se pasa por alado de una antigua cantera de piedra arenisca y en fuerte pendiente se sigue subiendo entre pinos marítimos hasta Leginetxegoikoa, un grupo de tres caseríos ubicados en un amplio prado, desde donde seguimos subiendo hasta el descampado conocido como Leguate o El Cabrero donde hay un bar.
Está ruta tiene un grado de dificultad medio alto y no es recomendable con suelo húmedo o viento.
Se sale del santuario de Urkiola dirección norte hasta donde finaliza el asfalto.
Para esté último recorrido hace falta estar en cierta forma física y tener conocimientos de montaña.
Está ruta transcurre por una senda de buen trazado pero no es recomendable real izarla con el terreno húmedo.
Une el puerto de Urkiola con Mañaria, situada a pie del mismo en la parte norte.
El terreno va presentando la existencia sel sustrato calizo que se hace evidente en el cercano Eskuagatx, hacia donde nos dirigimos por cualquiera de las numerosas pistas que hay.
La pendiente aumenta y son las plantaciones de abeto Douglas las que dominan ya casi todo el resto del camino, con algunos retazos de encinar cantábrico.