Karst
Se denominan ciencias del karst al conjunto de las disciplinas que lo investigan.[2][3] También se ha documentado para rocas más resistentes a la meteorización, como la cuarcita, dadas las condiciones adecuadas.En regiones donde el lecho rocoso disuelto está cubierto (tal vez por escombros) o confinado por uno o más estratos rocosos no solubles superpuestos, los rasgos kársticos distintivos pueden darse sólo en niveles subsuperficiales y pueden faltar totalmente en la superficie.El concepto de karst fue introducido en 1893 por el geógrafo serbio, especializado en geomorfología, Jovan Cvijić en su libro Das Karstphänomen.[6] En una publicación de 1918, Cvijić propuso un modelo cíclico para el desarrollo del paisaje kárstico.Los rasgos superficiales de tamaño medio pueden incluir sumideros o cenotes (cuencas cerradas), pozos verticales, foibas (sumideros en forma de embudo invertido), arroyos que desaparecen y manantiales kársticos que reaparecen.Los accidentes a gran escala pueden incluir pavimento calizos, poljes y valles kársticos.Sin embargo, se encuentra este relieve en toda la Tierra, tanto en regiones cálidas como húmedas.Cuando el agua, cargada de gas y piedra caliza disuelta en forma de bicarbonato cálcico, llega a una cavidad más grande que las fisuras por las que ha pasado (fisuras y diaclasas causadas por los movimientos tectónicos o por la crioclastia en superficie, por ejemplo), puede evaporarse lentamente y las sales disueltas en el agua llegan a cristalizarse en determinadas circunstancias, por ejemplo, al gotear desde el techo de una cueva hacia el suelo, formando estalactitas en el techo, estalagmitas en el suelo, columnas cuando estas dos formas llegan a unirse o, si se estanca en una cavidad, se pueden formar geodas.Estos mogotes son pequeñas montañas muy escarpadas que restan de la topografía anterior a la erosión kárstica.