El valle en realidad nace en Barrio Panizares, se ensancha en Hoyos del Tozo y termina en Valdelateja.
Esa erosión también ha generado numerosas surgencias, manantiales, fuentes, arroyos y riachuelos al romper las diferentes capas freáticas, en algunos casos espectaculares como el Pozo Azul.
Tiene variaciones sobre todo en las crecidas de los inviernos que inunda el fondo del valle y en verano tiene un estiaje no demasiado pronunciado.
[4] Mediante este valle se establece la divisoria de vertientes hidrográficas por toda esta zona.
La cuenca del Rudrón vierte su agua hacia la vertiente mediterránea a través del Ebro, al contrario que otros ríos próximos a Úrbel, que la vierten hacia la vertiente atlántica al desembocar en el Duero.
[6] El río como tal ha tenido truchas y cangrejos pero la excesiva explotación los ha hecho desaparecer.
[7] Este valle se pobló en la Alta Edad Media, siendo utilizado para la agricultura extensiva, cerealista principalmente e intensiva de huertos.
Estas actividades han dejado un tipo de paisaje humanizado donde destacan construcciones como corrales y bancales.
En Valdelateja se ubica un balneario justo al lado del Río Rudrón.