Es una región de mayoría y tradición vascófona que alterna un paisaje industrial con varios espacios naturales protegidos.[1] Es la segunda comarca más poblada de Vizcaya después del Gran Bilbao, con 96 166 habitantes en 2024.El centro administrativo es la villa de Durango, que da nombre a la comarca.Por razones de proximidad geográfica, mantiene relaciones estrechas con la comarca guipuzcoana del Alto Deva, cooperando administrativamente con esta para el ejercicio de competencias como el transporte.El uso del euskera en general es alto, pero existen grandes diferencias entre municipios.El municipio con menos vascófonos es Ermua con un 28 %, ligeramente inferior a la media del País Vasco, mientras que en Mañaria se acerca al 90 %.La mayor parte de los pueblos que componen la comarca están situados en un gran valle formado por el curso alto del río Ibaizábal, que la atraviesa de este a oeste, y sus cabeceras hidrográficas quedando fuera del mismo los pueblos de Mallavia y Ermua en el valle del río Ego afluente del río Deva y Ochandiano al otro lado del puerto de Urquiola, ya en la vertiente mediterránea, que debe su emplazamiento a motivos militares.Los municipios de Mallavia y Ermua, para determinados servicios, se organizan con la comarca guipuzcoana del Bajo Deva o Debabarrena.Posteriormente se creó, con el nacimiento de las villas, una estructura urbana.El sector primario tiene también gran peso, sobre todo en los pequeños municipios rurales de la comarca.Dentro del sector primario, la ganadería es especialmente importante, así como la explotación maderera (antiguamente también se producía carbón vegetal).No se debe olvidar la minera, que en la actualidad está reducida a canteras de piedra caliza y mármol en la falda del monte Mugarra, justo en el límite con el parque natural de Urkiola.La escultura conocida como ídolo de Mikeldi, fechada en la Edad del Hierro, parece ser tuvo funciones funerarias.Los romanos llegaron a la zona en la segunda mitad del siglo I.Entre los siglos IX y XI aparecen pequeñas comunidades en las faldas de los montes que bordean el Ibaizábal.Pequeños núcleos formados por casas circulares o elípticas hechas de madera y barro con techumbre de paja y otros espacios adosados destinados a diferentes usos.Esta estructura social se nucleaba en torno a la iglesia y formaba las llamadas cofradías.La relación y la colaboración entre cofradías haría surgir, en torno al siglo XII, las anteiglesias.La ermita de la cofradía que adquiría la capitalidad pasaba a ser iglesia parroquial.Pero no es hasta 1630 (1628 según otras fuentes) cuando se vincula formalmente mediante escritura de unión al señorío.Se realizaban tres reuniones extraordinarias al año, una en cada pascua, en Navidad, Resurrección y en Pentecostés.Junto a los paños el trabajo del hierro en ferrerías movidas por agua va tomando importancia y peso en la economía local.En consecuencia se realiza un gran movimiento en la construcción de edificios, tanto religiosos como civiles.En la historia social son destacables los brotes heréticos y brujeriles que se han dado en estas tierras.