[2] Otras localidades cercanas son Romilla, Alitaje, Zujaira y Casanueva.
En este pueblo nació el poeta y dramaturgo español más importante del siglo XX, Federico García Lorca, cuya figura constituye el principal reclamo turístico y cultural de la localidad.
Durante trescientos años estuvo en manos reales, regalándosela Su Majestad el Rey Carlos III a Ricardo Wall en 1756.
Hasta 1940 el actual municipio de Fuente Vaqueros perteneció al Duque de Wellington, teniendo sus tierras arrendadas a los colonos y poco a poco fue vendiéndoselas a los mismos, que poblaron y dieron paso al actual municipio.
[5] Fuente Vaqueros presenta plano de estrella en lo que a carreteras se refiere.
El municipio se engalana y realiza un Triduo los días previos a la Festividad que se lleva a cabo en la iglesia parroquial de la Encarnación, sede canónica del Santísimo Cristo.
Los oficiales, al ver la cruz, y ante las bajas temperaturas, lo querían quemar para calentarse, pero el alcalde lo evitó, ofreciéndoles leña a cambio.
El alcalde Don Vidal se llevó al Cristo a su casa, escondiéndolo debajo de la cama, donde las gentes del pueblo lo visitaban y le dieron el nombre de Señor del tío Vidalico.
Fuente Vaqueros es una localidad cuya principal fuente de ingreso es la agricultura y la labranza, de ahí la devoción al santo, al que se le pide que venga un buen año para las cosechas del pueblo.
La imagen del santo recorre algunas calles del municipio desde la iglesia parroquial de la Encarnación hasta el malecón del Río Genil (parque del Tranvía), donde la imagen se detiene y se realiza una merienda entre los fieles que lo acompañan con las tradicionales tortas de San Isidro y las empanadillas de chocolate, otro dulce típico de Fuente Vaqueros.
Internacionalmente se le conoce por haber sido el pueblo natal de Federico García Lorca.
Las verduras y hortalizas que se cultivan en las fértiles tierras de Fuente Vaqueros protagonizan los platos tradicionales del municipio.
Como platos de verduras destacan la leche pava, que no lleva leche sino calabaza, la sopa de maimones y las patatas en gloria, con aceite y vinagre.
Los huevos a la nieve es un postre típico fuenterino, junto con los roscos de vino.
Los frutales, como los manzanos, ciruelos, caquis y perales que jalonan los campos de Fuente Vaqueros, ponen el postre a sus menús.