Probablemente el general romano Estilicón negoció con Alarico su ayuda contra otros bárbaros, como Radagaiso, y se cree que le fue ofrecida la confirmación como Magister Militum y gobernador de Iliria, con unos límites que entraban en contradicción con las reivindicaciones territoriales de Oriente.Con tal motivo Ataúlfo se trasladó a Barcino (415 o 416), pero allí fue asesinado por el esclavo Dubius, a quien se supone instigado por su sucesor Sigerico o bien por el noble Barnolfo, supuesto amante de Gala Placidia.El reino recobró su vigor al final de la sexta centuria bajo Leovigildo y Recaredo.El rey Recesvinto impuso (hacia 654) la ley visigótica común a ambos súbditos godos y romanos, que hasta entonces habían vivido bajo diferentes códigos legales.El reino ostrogodo fue fundado por Teodorico en la actual Italia después de vencer a Odoacro.En la península gobernaba Odoacro, quien en 476 había destronado al último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo.Después de una invasión persa al Imperio bizantino, Belisario pudo regresar a Italia y se encontró con una situación considerablemente distinta: Erarico había sido asesinado y la facción prorromana de la élite goda, eliminada.En Germania, los pueblos no romanizados de alamanes, bávaros, turingios y sajones aceptaron su señorío.Esa expansión fue posible por su conversión al cristianismo ortodoxo (por oposición a la herejía arriana) y su bautismo en Reims hacia el 496[8] lo que le granjeó el apoyo de la aristocracia galorromana y de la Iglesia occidental.Las principales divisiones del reino daran origen a Austrasia, Neustria, Burgundia y Aquitania.La dinastía fue restaurada nuevamente en 743, pero en 751 el hijo de Carlos, Pipino el Breve, depuso al último rey merovingio, Childerico III, al que encerró en un convento, y se hizo elegir rey entre los guerreros francos.En 560 los lombardos, asentados en la llanura panónica, eligieron a un nuevo y enérgico rey,[Nota 3] Alboíno (r. 560-572), que derrotó a sus vecinos gépidos, les hizo sus súbditos y, en 566, se casó con Rosamunda, la hija de su rey Cunimundo.Justiniano I había fallecido solamente hacia tres años tras una exitosa campaña de recuperación de toda la península itálica —las terribles guerras góticas (535-554)— y la zona estaba recuperándose entonces; el pequeño ejército bizantino dejado para su defensa apenas pudo hacer nada.El Imperio bizantino, para enfrentar esta nueva amenaza, acometió una reforma y creó en 584 el exarcado de Rávena a cuyo frente colocó al exarca, que aunaba todos los poderes, militares y civiles, y que logró retener el control de gran parte de la península hasta mediados del siglo VIII.A consecuencia de estos sucesos, se formaron en el territorio conquistado por los lombardos un número variable de ducados independientes, hasta treinta y seis, gobernados por duques semiautónomos, pero esa desmembración fue perjudicial para ellos y funesta para Italia.El rey gobernaba sobre ellos y administraba las tierras a través de emisarios llamados gastaldi.Esa debilidad se hizo todavía más evidente cuando los lombardos tuvieron que enfrentarse con el creciente poder de los francos.Adriano I, papa desde 774, invocó de nuevo a los francos para que le dispensasen su protección.[15] Cuando entraron en Italia, muchos lombardos conservaron su forma nativa de paganismo mientras otros ya eran cristianos arrianos.Tras cruzar las Galias, entraron por los Pirineos a la península Ibérica, junto con los vándalos y los alanos, con apoyo del general romano Geroncio, desde Caesarugusta.«En el lejano oeste hay un estado analfabeto donde no se siente nada salvo los vientos de tormenta».No sobrevivió más que treinta y siete años después a la toma de Cartago, hasta su caída definitiva en 476», ha afirmado el historiador Pierre Cosme.Los siglos V y VI son conocidos arqueológicamente como la Britania posromana, o en la cultura popular como la «Edad Oscura».La denominación invasiones bárbaras fue rechazada por los historiadores alemanes del siglo XIX, momento en el que el término barbarie designaba para las nacientes ciencias sociales un estadio de desarrollo cultural inferior a la civilización y superior al salvajismo.Además, la dinastía había sabido encauzar acuerdos con la poderosa aristocracia militar, en la que se enrolaban nobles germanos que acudían al servicio del Imperio al frente de soldados unidos por lazos de fidelidad hacia ellos.Pero esta metamorfosis del Occidente romano en romano-germano, no había sido consecuencia de una inevitabilidad claramente evidenciada desde un principio; por el contrario, el camino había sido duro, zigzagueante, con ensayos de otras soluciones, y con momentos en que parecía que todo podía volver a ser como antes.Las migraciones a que se vieron sometidos los pueblos germánicos desde el siglo III hasta el siglo V (encajonados entre la presión de los hunos al este y la resistencia del limes romano al sur y oeste) fue fortaleciendo la figura del rey, al tiempo que se entraba en contacto cada vez mayor con las instituciones políticas romanas, que acostumbraban a la idea de un poder político mucho más centralizado y concentrado en la persona del emperador romano.Únicamente tras la victoria contra los invasores musulmanes en la batalla de Poitiers el mayordomo Carlos Martel se vio justificado para argumentar que la legitimidad de ejercicio le daba méritos suficientes para fundar él mismo su propia dinastía: la carolingia.En ese proceso se habían adelantado a los propios visigodos, que habían sido cristianizados previamente en Oriente en la versión arriana (en el siglo IV), y mantuvieron durante siglo y medio la diferencia religiosa con los católicos hispanorromanos incluso con luchas internas dentro de la clase dominante goda, como demostró la rebelión y muerte de San Hermenegildo (581-585), hijo del rey Leovigildo).Sus sucesores en el dominio de Italia, los también arrianos lombardos, tampoco llegaron a experimentar la integración con la población católica sometida, y su divisiones internas hicieron que la conversión al catolicismo del rey Agilulfo (603) no llegara a tener mayores consecuencias.
Mapa con las principales rutas de comercio varegas: las rutas comerciales
del Volga
(en rojo) y de los
varegos a los griegos
(en
púrpura
). El resto de las rutas comerciales de los siglos
VIII
al
XI
aparecen en color anaranjado.