Este texto tiene la particularidad de mencionar a muchos personajes que serán parte del ciclo artúrico: Arturo es mencionado como un poderoso guerrero fallecido hace un tiempo, Urien es uno de los señores que va a combatir contra los sajones, y Myrddyn (Merlín) es un gran vate ya fallecido.Numerosas fuentes posteriores afirman poder ofrecer información fiable acerca de este período.Fuentes más tardías, como la historia atribuida a Nennio (Historia Brittonum), la Crónica anglosajona y los Annales Cambriae, aparecen ya fuertemente condicionadas por el mito y sólo pueden ser usadas con la mayor precaución.Las excavaciones realizadas en distintos asentamientos han revelado cómo pudieron haber cambiado las estructuras sociales y hasta qué punto la vida en Gran Bretaña continuó inalterada en ciertos aspectos hasta la Alta Edad Media.El método apropiado para un período como este es la dendrocronología, pero son muy pocas las piezas de madera adecuadas que se han encontrado.La numismática, tan útil en otros períodos, resulta frustrante en este momento, puesto que no entraron nuevas monedas en circulación desde los primeros años del siglo V.En 2002, investigadores del University College London señalaron que pudo haber realmente una migración en gran escala de anglosajones en la Inglaterra central y oriental.La fecha del fin de la Britania romana es una cuestión compleja, y el proceso exacto probablemente permanezca oculto.Hay una cierta controversia acerca de por qué terminó el dominio romano sobre Britania.La inestabilidad interna del Imperio y la necesidad de retirar tropas para frenar el avance bárbaro fueron las principales razones argumentadas para este abandono.Todo esto lleva a pensar que Britania entró en un período de rebeldía generalizada contra el centro imperial.El anglosajonista Frank Stenton, aunque admitiendo una considerable presencia reminiscente britana, esencialmente asumió esta interpretación, argumentando que la mayor parte del sur de Inglaterra fue invadida en la primera fase de la guerra.La toponimia y la lingüística han ofrecido apoyo a esta interpretación, puesto que es muy escasa la toponimia britana existente en la parte oriental de la isla y fueron muy pocas las palabras britanas que entraron en el anglosajón o inglés antiguo.Hay algunas evidencias arqueológicas de que anglosajones y britanos vivieron en los mismos lugares.Esta situación pudo contribuir grandemente a una mortalidad considerable de la población romano-britana.[5] Finalmente estas poblaciones, como las celtas galaicas, perdieron su idioma propio y se latinizaron.Se han registrado reparaciones en el muro de Adriano durante los siglos V y VI.El oeste de Gran Bretaña en este período ha atraído a aquellos que desean caracterizar al rey Arturo como una figura histórica.[6] Este tipo de interpretaciones pueden continuar atrayendo la imaginación popular, tanto como algún escepticismo académico generalizado.Hay pruebas de que se produjo un cambio climático en el siglo V: las condiciones climatológicas se volvieron más frías y húmedas, y pudieron ser inapropiadas para el cultivo cerealístico en algunas tierras altas.