Florentina fue una abadesa nacida en Cartagena en el siglo VI y que desarrolló su vida religiosa como fundadora de monasterios.
En la Cartagena visigoda del siglo VI y más concretamente durante el Reinado Arriano de Toledo vivió un destacado noble, Severiano o Severino (su padre),[1] al cual se le adjudica el título de dux (si bien su hermano Isidoro menciona que era simplemente un ciudadano), casado con Teodora o Túrtura (su madre).
Si bien algunas interpretaciones ven en este texto no una regla monástica propiamente, sino un simple elogio de la virginidad.
Recibe especial veneración en una localidad del Campo de Cartagena, La Palma y en Écija (Sevilla) donde es co-Patrona de la ciudad junto a la Virgen del Valle, imagen que ella y su hermano San Fulgencio dieron culto en dicha ciudad.
Aunque muchas fueron destruidas durante la Guerra Civil en 1936, se salvó alguna de las más significativas, como las esculturas realizadas por Francisco Salzillo en 1755.