La riera Gavarra es la que tiene una mayor cuenca y longitud en todo el pueblo ya que empieza en Torrente de las Teixoneres, Salto del Rossi hasta llegar a la Riera de Sant Domènec.
La cordillera protege el pueblo de los vientos fríos del norte, aportando un clima mediterráneo a la población.
Antes, la mayor parte de historia canetense está relacionada con la agricultura en los valles y llanuras, se pueden apreciar por el territorio aún hoy en día, zonas donde habitaban los almendros, viñas, fresas (fresones del Maresme), olivos, campos de floricultura y fruticultura.
[3] Desde el siglo XI, Canet se ha reconocido como núcleo destacado cultural, artístico y social.
El modernismo también dejó huella gracias a Lluís Domènech i Montaner (1850-1923) con la casa Roura, la casa Domènech i Montaner, l'Ateneu Canetenc y la reforma del castillo de Santa Florentina.
Escultores como Josep Llimona, Carles Flotats y Eusebio Arnau también han dejado su huella en el municipio.
Así, las concentraciones, además de actos musicales, se convirtieron en un lugar idóneo para repartir panfletos políticos informativos.
En 2002, Canet celebró una nueva edición del festival con el fin de recordar aquellos años y lo que eso supuso para Cataluña.