Ethelbaldo ascendió al trono tras la muerte de su primo, el rey Ceolredo.
En aquel tiempo, tanto Wessex como Kent estaban gobernados por reyes poderosos, pero transcurridos quince años, el cronista contemporáneo Beda describió a Ethelbaldo como gobernante de toda la parte de Inglaterra situada al sur del río Humber.
San Bonifacio escribió a Ethelbaldo sobre el año 745 reprochándole varios actos disolutos e irreligiosos.
[3] Una antigua fuente, la Vita sancti Guthlaci, escrita por el monje de Wessex Félix, revela que fue Ceolredo quien envió a Ethelbaldo al exilio.
[6] Guthlac también recibía visitas de otras personalidades, como el obispo Haedde de Lichfield, un merciano influyente, y puede que a Ethelbaldo le fuera políticamente útil el apoyo del monje para lograr acceder al trono.
Tras la muerte de Guthlac, Ethelbaldo tuvo un sueño en el que este le vaticinaba grandeza; posteriormente, cuando Ethelbaldo ya había ocupado el trono, construyó un santuario dedicado a Guthlac.
[4][7] Cuando Ceolredo murió repentinamente, de causas naturales, durante un banquete,[8] Ethelbaldo regresó a Mercia y obtuvo el poder, aunque es posible que un rey llamado Ceolwald, tal vez hermano de Ceolredo, reinara durante un breve período entre los reinados de Ceolredo y Ethelbaldo.
[12] Hacia el año 731, Ethelbaldo dominaba toda la zona de Inglaterra situada al sur del río Humber.
Al comienzo del reinado de Ethelbaldo, tanto Kent como Wessex estaban gobernados por dos poderosos reyes, Wihtred e Ine respectivamente.
[6][19] Respecto a Sussex, hay muy pocas pruebas en las cartas, pero como en el caso de Kent, no se muestra que hiciera falta el consentimiento de Ethelbaldo para otorgar tierras.
En 733 emprendió una expedición contra Wessex y capturó el señorío de Somerton.
[21] Tres años después, Cuthredo y Ethelbaldo aparecen luchando contra los galeses.
Esto podría haber sido una obligación impuesta por Mercia sobre Cuthredo, visto que los reyes anteriores habían ayudado de forma similar a Penda y Wulfhere, dos poderosos gobernantes mercios del siglo VII.
[25] La Crónica solo añade un rey a la lista: Egberto de Wessex, quien reinó en el siglo IX.
La lista resultante de ocho bretwaldas omite algunos poderosos reyes mercios pero es posible que el cronista que escribió la Crónica anglosajona simplemente añadiera el nombre de Egberto a la lista original de Beda, sin querer con ello afirmar que ningún otro rey hubiese conseguido similares poderes en Inglaterra.
Casi con toda certeza, el cronista era sajón occidental, y dado que ni Ethelbaldo ni Offa fueron reyes de Wessex, es posible que el cronista no los mencionara a causa de su orgullo regional.
Una carta posterior de Bonifacio a Cutberto, arzobispo de Canterbury, proporciona bastante información sobre concilios francos, especialmente sobre uno llevado a cabo en 747, cuyo decreto es incluido por Bonifacio en la carta.
[35] De hecho, posteriormente se llevó a cabo un concilio en Clovesho (la localización del cual no se conoce); Ethelbaldo asistió al mismo y tal vez incluso lo presidió.