Un gran número de mercianos fueron Arzobispos en Canterbury durante esos años gracias a su influencia, lo que sugiere que la autoridad de Mercia se estaba expandiendo en Kent.
Además se dispuso que cada diócesis debía celebrar un sínodo para anunciar las decisiones de este Consejo.
[3] Cuthbert envió a su diácono al Papa para presentarle un informe sobre el Concilio y sus resoluciones.
Esta acción probablemente tenga una estrecha relación con las quejas que San Bonifacio le hiciera, quien al poco tiempo murió martirizado.
La principal evidencia de esta teoría son las pruebas de estos cambios tras hallazgos arqueológicos en la zona que evidencian un cambio en los ritos funerarios en esa época, aunque no se han podido demostrar los motivos.