Reino suevo

Tras cruzar las Galias, entraron por los Pirineos a la península Ibérica, junto con los vándalos y los alanos, con apoyo del general romano Geroncio, desde Caesarugusta.«En el lejano oeste hay un estado analfabeto donde no se siente nada salvo los vientos de tormenta».En total sumarían unas 200 000 personas, contando mujeres y niños, frente a unos cinco millones de hispanorromanos.Dos años después moría Requila al que le sucedió su hijo Requiario (lat.La revuelta bagauda fue finalmente reprimida por el un ejército visigodo al mando de Federico, hermano del rey Teodorico II.[9]​ En 456, tras la muerte del emperador Valentiniano III y el acceso al trono imperial del galorromano Avito, el rey visigodo Teodorico II inició una gran campaña militar para extender el reino visigodo de Tolosa hacia Hispania lo que llevaría a enfrentarse al creciente poder del reino suevo.El resultado de la batalla del río Órbigo fue una gran derrota para los suevos, que vieron como a continuación su capital Braga era ocupada por los visigodos y su rey Requiario era apresado y ejecutado en Oporto.[10]​ En 457 Agiulfo, el gobernador nombrado por Teodorico II, se rebeló contra este, pero fue derrotado y muerto.En este contexto se produjo un rebrote de la resistencia sueva formándose varios grupos cuyos líderes se enfrentaron entre sí por la jefatura del antiguo reino: primero, Maldras y Framtán, y luego Requimundo y Frumario —Requimundo, cuya base de dominio se situaba en la zona occidental de la Galecia, defendía una política de amistad con el poder visigodo y con el Imperio, mientras que Frumario, cuyos apoyos se encontraban en la Gallaecia meridional e interior, era contrario a cualquier acuerdo—.Teodorico II reaccionó enviando a la Gallaecia un ejército mandado por un comes visigodo, Sunierico, y el magister militum del nuevo emperador Mayoriano, Nepociano, que atacó Lugo, y se apoderó en el 460 de Santarem en la Lusitania.Así, bajo la supervisión de Martín, que ya ocupaba la sede metropolitana de Braga, fue transformada la organización eclesiástica tradicional heredada del Bajo Imperio romano con la división del reino en 13 diócesis —algunas de ellas nuevas—, a su vez agrupadas en dos grandes distritos o «provincias eclesiásticas»: una meridional, cuya sede metropolitana sería Braga, y otra septentrional, con Lugo como nueva sede metropolitana.Esta división, según Luis A. García Moreno, se adaptaba a «la realidad territorial y política del reino suevo de entonces.[17]​ Los trece obispados de la reorganizada Iglesia católica sueva fueron los siguientes: Britonia; Lucus Augusti; Laniobrense; Iria Flavia; Tudae; Auriensis; Asturica Augusta; Dumiun; Portucale; Lamecum; Viseum; Conimbriga; Egitania.Así en 573 sometió la Sabaria, un territorio del que se desconoce su localización exacta, y al año siguiente tomó la ciudad de Amaya, y con ella toda la provincia de Cantabria quedó sometida.Dos años después Leovigildo inició la ofensiva para recuperar la Lusitania y la Bética que estaban en poder de los sublevados.En ayuda de éstos acudió un ejército suevo al mando del rey Miro, pero Leovigildo lo cercó y le obligó a jurarle fidelidad, permitiéndole retirarse a Galicia, donde murió poco después, según el cronista franco Gregorio de Tours, aunque el cronista godo Juan de Biclaro sitúa su muerte en Sevilla.Pero la derrota ante los visigodos, que quebrantó la fortaleza militar del reino suevo, y el malestar creado entre la aristocracia del reino por la renovación por el nuevo rey de la fidelidad a Leovigildo jurada por su padre, pudieron ser las causas de que al año siguiente Eborico fuera destronado por su cuñado Andeca y relegado a un convento.Para fortalecer su posición, Andeca se casó de inmediato en segundas nupcias con la viuda del rey Miro, Siseguntia.Leovigildo no intervino en seguida porque todavía estaba intentando acabar con la rebelión de Hermenegildo, pero en cuanto consiguió ponerle fin, encabezó un ejército en 585 que penetró en el reino suevo y se apoderó de él.Como consecuencia de la conquista, fueron establecidos obispos arrianos en Viseo, Lugo, Tuy y Oporto, aunque «no parece que Leovigildo llevase a cabo ninguna acción violenta contra la Iglesia católica del antiguo reino suevo: los obispos católicos continuaron en sus sedes, incluso allí donde se establecieron arrianos».
El reino suevo (verde claro) en un mapa de Hispania .
La península ibérica en el 455, momento de máxima expansión del reino suevo.
Cronología de los reyes suevos.
Áreas con culturas de origen britónico en el siglo VI. El mar era el medio de comunicación entre las diferentes comunidades.
Miniatura medieval del primer concilio de Braga que muestra al rey suevo Ariamiro (derecha) con los obispos Lucrecio, Andrés y Martin de Dumio . Siglo X Codex Vigilanus .
El Regnum Visigothorum hacia 560.