Rebelión de Hermenegildo

La encabezó el hijo mayor del rey, Hermenegildo, y tuvo su epicentro en Sevilla.Allí Ingundis y un monje católico llamado Leandro, futuro obispo de Sevilla (si no lo era ya), convencieron a Hermenegildo para que se convirtiera al catolicismo –adoptando el nombre de Juan-, aunque se resistió al principio.La conversión suponía un abierto desafío a la autoridad de su padre, el rey Leovigildo.Este inicialmente adoptó una postura dialogante e intentó reunirse con él para parlamentar, pero Hermenegildo no sólo se negó a hablar con él sino que buscó la alianza de los bizantinos.[3]​ Hermenegildo también logró el apoyo del rey suevo Miro, que en 576 había sufrido la invasión de su reino por Leovigildo.Miro envió un embajador al rey Gontrán I de Borgoña, al parecer para que interviniera en la guerra civil visigoda del lado de Hermenegildo, pero no obtuvo ningún éxito.Los visigodos partidarios de Hermenegildo no sabemos si se convirtieron al catolicismo junto a su nuevo "rey".[9]​ Leovigildo tardó dos años en iniciar la campaña militar para recuperar los territorios que estaban en manos de su hijo.Por ello, dado que el conflicto se había planteado en términos religiosos, se propuso alcanzar la unidad religiosa de todos sus súbditos en torno a la iglesia cristiana arriana.Bastaría con la imposición de manos y que el converso glorificara al Padre por medio del Hijo y en el Espíritu Santo, que era la forma arriana del Gloria.[13]​ En el 582 Leovigildo inició la ofensiva para recuperar los territorios que estaban en manos de los sublevados.En ayuda de éstos acudió un ejército suevo al mando del rey Miro, pero Leovigildo lo cercó y le obligó a jurarle fidelidad, permitiéndole retirarse a Galicia, donde murió poco después, según el cronista franco Gregorio de Tours, aunque el cronista godo Juan de Biclaro sitúa su muerte en Sevilla.Finalmente Leovigildo bloqueó la navegación por el río Guadalquivir, con lo que la ciudad comenzó a padecer hambre.Finalmente Leovigildo conquistó Sevilla en junio o julio del 583, aunque Hermenegildo logró escapar —la toma de Sevilla (Hispalis) fue conmemorada con otra emisión de monedas en las que figuraba la leyenda religiosa "CUM D(E)O OPTINVIT SPALI"—.[4]​ Ni siquiera mencionan su conversión al catolicismo, y tampoco que Leovigildo hubiera ordenado su muerte.
Marfil románico en el que se representa al rey Leovigildo sometiendo a los cántabros y tomando una ciudad.
El Reino visigodo de Toledo hacia el año 560.
Grabado que muestra el retrato imaginario de Leovigildo y de su hijo Hermenegildo.
Hermenegildo en prisión. Cuadro de Goya (1810).
"Muerte de San Hermenegildo ". Cuadro de Alonso Vázquez (1602).