En teoría, el pueblo visigodo asentado en la Aquitania secunda ahora era sedentario, por lo que su política e intervenciones militares quedaban lejos de Hispania.
Una vez aniquilados los vándalos silingos y los alanos, el gobierno imperial optó por el apoyo a los suevos en Hispania.
Dos años después Roma enviará un nuevo ejército al mando del Magister militum Castino.
Por otro lado su hijo y futuro rey Eurico se casaría con la princesa burgundia Ragnahilde (456), si bien posiblemente el matrimonio fue concertado por su hermano mayor Teodorico II para acercarse al poderoso pueblo burgundio que será asentado por Roma como federado en el 458.
Sin embargo fracasó varias veces en el objetivo de tomar Arlés y Narbona (426, 429, 436), desbaratadas por Aecio.
Roma intentó sofocar el problema mandando a sus generales Asturio y Merobaudes, que pudieron derrotarlos en Araciel (Navarra).
En 476 Rómulo Augústulo es depuesto por Flavio Odoacro, y Eurico (466-484) se cree heredero del Imperio romano.
Eurico realiza una serie de campañas militares para expandir el dominio visigodo por España y las Galias.
La ocupación se hizo con dos cuerpos expedicionarios, este relato aparece en la Chronica Gallica del 511: Ambos ejércitos tuvieron que hacer frente a la oposición de la aristocracia hispanorromana.
Esto ocurrió por la cuestión religiosa, ya que Alarico II empleó acciones más contundentes contra los católicos galorromanos, que apoyaron a Flavio Clodoveo, rey de los francos y cónsul de las Galias (nombrado por Anastasio Dicoro).
Siagrio se refugia en territorio visigodo, aunque será entregado a los francos ante el miedo ante las posibles represalias de Clodoveo.
El rey franco, convencido por el obispo de París y su mujer Clotilde (que era católica) se convierte al catolicismo, ganándose a gran parte de la población galorromana, por lo que la población visigoda pasó a España.
Burdunelo acaudilló el levantamiento antigótico que fue reducido al año siguiente; enviado a Toulouse, recibió una muerte cruel (Chronica Caesaraugustana).
Alarico II, ante la imposibilidad de repeler la agresión se vio obligado a firmar una paz en el 502.
En los años siguientes ocurriría un hecho que iba a desequilibrar la balanza de forma definitiva.
El rey franco, aconsejado por el obispo de París y su mujer Clotilde (que era católica), se convierte al catolicismo tras percibir su importancia durante su duelo de poder contra los alamanes y su victoria militar sobre el flanco expuesto al sur desde el Alto Rin.
Este mismo año promulgó un compendio de legislación denominado Breviarium Alarici (o Lex Romana Visigothorum), aprobado por el episcopado y la nobleza.
Los ostrogodos pasaron a controlar directamente la defensa de la Provenza y valles medios del Ródano para mantener a los burgundios en jaque de cualquier designio contra Italia, Hispania o su dominio en Helvecia y Recia sobre el Alto Danubio transalpino.