En ella el rey visigodo Rodrigo fue derrotado y probablemente perdió la vida a manos de las fuerzas del Califato Omeya comandadas por Táriq ibn Ziyad.
La derrota fue el comienzo de la rápida caída del Estado visigodo, cuyo poder militar y estabilidad se hallaban mermados por luchas internas por la sucesión al trono.
Tal como fuere, pudo organizar precipitadamente en Córdoba un ejército y partir al encuentro de Táriq.
[18] De acuerdo con las crónicas, el choque tuvo lugar en Wadi Lakka, sitio que según algunos historiadores podría situarse en Barbate o en la propia Medina Sidonia[19] o, según otros, que coinciden con la historiografía clásica, en el río Guadalete.
[20] Los bereberes diezmaron a las rodeadas fuerzas leales al monarca godo en un duro combate.
Javier Iglesia Aparicio cita en un artículo que el benedictino del siglo XVII Gregorio de Argaiz, explicaba que los refugiados godos del duque Pedro se replegarían a Tetelia, (Castillo de Tedeja, junto a la actual Trespaderne), tras la caída de Amaya frente a los árabes.
En menos de tres años desde Guadalete, casi la totalidad de la Península quedó en poder del califato Omeya, que pasó a continuación a hostigar al reino franco merovingio.
Musa y Tariq fueron llamados para rendir cuentas a Damasco por el califa, y Musa, sin tener facultad para ello, nombró a su hijo gobernador (walí) de al-Ándalus, cuyo gobierno estuvo orientado al afianzamiento del dominio musulmán.