El desarrollo de la provincia en estos tiempos se vio favorecido por los franciscanos y los jesuitas, que buscaban evangelizar a los nativos del lugar.
El obispo amenazó con recurrir al Tribunal del Santo Oficio, mientras que Isasa armó a doscientos hombres para marchar sobre Córdoba y hacer valer sus razones.
Al final de la guerra Liniers sería aclamado popularmente y elegido como gobernante en lugar de Sobremonte, que se trasladaría a la Banda Oriental y luego sería depuesto como virrey, lo cual impulsaría los movimientos independentistas.
En 1814 el gobernador José Javier Díaz integró Córdoba a la Liga del los Pueblos Libres como provincia federada.
Las provincias vecinas cayeron rápidamente en manos federales, lo que generó la retirada del ejército unitario hacia el norte, desde donde sería finalmente expulsado.
El cargo sería ocupado brevemente por Andrés Avelino Aramburú y luego por Calixto María González hasta la llegada al poder de Manuel López.
El Teniente General Alejo del Carmen Guzmán fue nombrado gobernador de la provincia ese mismo día, arrestando y enjuiciando a López y su hijo, pero cuando el juzgado le confiscó sus bienes revocó la medida, debiendo hacer frente a una sublevación del mismo López.
Con este partido fue elegido gobernador de Córdoba, derrotando al ministro nacional Santiago Derqui.
Durante su gobierno se creó la Caja Popular de Ahorros[23] y estableció el impuesto a las bebidas alcohólicas.
Paz, que se impuso frente a la fórmula del radicalismo compuesta por Benito Soria-Alejandro Gallardo.
En Córdoba, la restricción del crédito bancario resintió la actividad comercial; al mismo tiempo, se produjo una especulación inmobiliaria.
Impulsó una política industrialista en su provincia iniciando una profunda transformación del perfil productivo de Córdoba.
[29] Fue sucedido por Santiago H. del Castillo quien fue elegido gobernador en 1940, en una fórmula de la Unión Cívica Radical en la que lo acompañaba Arturo Illia.
Salazar Collado duraría poco tiempo en el cargo y lo mismo sucedería con sus sucesores: Alfredo Córdoba, Melitón Arroyo, Eduardo Gonella, León Scasso, Manuel Ferrer, Alberto Guglielmone, Juan Carlos Díaz Cisneros, Walter Villegas y Hugo Oderigo.
Argentino Auchter fue elegido candidato a Gobernador de Córdoba por una alianza política constituida entre la Unión Cívica Radical Junta Renovadora (sector nacionalista de la UCR que apoyaba a Perón), antiguos dirigentes demócratas —como el exgobernador Ramón J. Cárcano— y el Partido Laborista -integrado por dirigentes sindicales-.
Además, por primera vez, la autoridad laboral provincial actuó fijando multas y penalidades a aquellos empresarios que no cumplieran con la legislación que establecía el cese de las actividades el sábado al mediodía (sábado inglés) y la prohibición del trabajo en domingo (descanso dominical).
[37] Tras las elecciones convocadas en 1957, Gallardo Valdez entregó el poder al mandatario electo, Arturo Zanichelli, en mayo del año siguiente.
El gobierno militar designó como interventor Aniceto Pérez y posteriormente a Rogelio Nores Martínez.
El Plan Trienal de Obras fue definido por la bancada del Partido Demócrata como un “dirigismo económico totalitario”.
El punto más debatido fue haber exigido a la Iglesia Católica que los maestros y profesores de las escuelas confesionales fuesen diplomados.
La Lista Unidad, encabezada por Ricardo Obregón Cano, se impuso con casi el 60 % de los votos frente al sector ortodoxo del partido.
En la provincia de Córdoba, durante el período comprendido entre 1983 y 1999, la Unión Cívica Radical ganó cuatro elecciones para gobernador y cuatro para intendente de la ciudad Capital, lo que llevó a posicionarla como partido predominante.
La hegemonía del partido radical se mantuvo en la provincia durante este período a pesar de las posteriores derrotas electorales sufridas en las elecciones de 1987 en Mendoza, Buenos Aires, Entre Ríos, Misiones y Chubut, provincias en las que también había ganado el radicalismo en 1983.
[51] Esta línea se diferenciaba del Movimiento de Renovación y Cambio liderado por Raúl Alfonsín.
Meses después, la Municipalidad publicó el Informe local como prueba irrefutable de los horrores ocurridos en Córdoba.
Tras el juicio a las Juntas de 1985, la Justicia Federal local reasumió la competencia en la denominada “causa La Perla” y continuó con los procesos pendientes.
Esto iba a ocasionar el primer levantamiento militar de abril 1987, cuando en Córdoba se declaró en rebeldía el entonces mayor Barreiro por su negativa a declarar en la causa y tras esta decisión fue dado de baja del Ejército.
[66] Ramón Mestre fue elegido como el candidato del radicalismo para suceder a un desgastado Angeloz.
En cuanto al Impuesto Inmobiliario Rural, de la Sota mantuvo la valuación fiscal vigente desde 1993 sin variaciones.
Dicho tema motivó que el gobernador Schiaretti se distanciara de la presidenta Cristina Fernández.