Pedro Nolasco Rodríguez (Córdoba, Virreinato del Río de la Plata, ca.
[1] Rosas acusó a Rodríguez de ser unitario, acusación a la que se plegó el gobernador santafesino Estanislao López, que pretendía desligarse del crimen cometido por sus protegidos, los Reinafé.
A fines de 1838, Ibarra dio asilo también al exgobernador santafesino Domingo Cullen, que convenció a Rodríguez de atacar al nuevo gobernador cordobés Manuel López.
Pronto se le unieron unos pocos soldados opositores con los que invadieron Córdoba.
Huyó a pie pero dos días más tarde fue capturado y llevado al fuerte de Santa Catalina, cerca del río Cuarto, donde fue fusilado el día 21 de mayo por orden del gobernador López.