Juan Felipe Ibarra

[1]​ En 1806, a los 19 años, Ibarra integró la compañía de soldados santiagueños que, comandada por Alonso Araujo, marchó hacia Buenos Aires para combatir las Invasiones Inglesas y reconquistar la ciudad.

Fue a partir de ese momento que logró diferentes condecoraciones y ascensos por su destacada participación en el ejército patriota.

No participó en ninguna de las dos revoluciones autonomistas en Santiago del Estero, dirigidas por el teniente coronel Juan Francisco Borges.

Sin embargo, apoyó al cabecilla del movimiento, coronel mayor Juan Bautista Bustos, en su retroceso a Córdoba.

Los partidarios de la autonomía provincial llamaron en su ayuda a Ibarra, para que defendiera sus derechos y la voluntad popular.

[6]​ Ibarra formó una división que puso al mando del coronel José María Paz, destinada a formar parte de la expedición al Alto Perú que había proyectado Güemes, pero ésta solo se haría cuatro años más tarde y sería inútil.

Ibarra no quiso llevar a cabo su táctica de tierra arrasada, y perdió todo; aprendería la lección.

Su hermano Francisco Antonio Ibarra logró reunir 3000 santiagueños en Loreto, pero fue alcanzado y derrotado por el coronel Juan Balmaceda.

A decir verdad, mientras Palacio estaba aparentemente al frente del ejecutivo provincial, el poder real lo ejercía Ibarra.

[2]​ Mientras tanto, el diezmado ejército unitario, que había retrocedido de Córdoba a Tucumán al mando del ya coronel mayor Lamadrid, era derrotado cuatro veces por Quiroga.

De esta manera, se hizo elegir gobernador vitalicio con la "suma del poder público", quitó el mandato otorgado a los diputados y disolvió la Legislatura.

Cuando en 1834 estalló una guerra entre Tucumán y Salta —la cual Ibarra apoyó discretamente— recibió en su provincia al mediador enviado por Buenos Aires, general Facundo Quiroga.

Cullen era, en realidad, un agente de unitarios y franceses que buscaban combinar con los gobernadores del interior un levantamiento contra Rosas.

Junto con él, llegaron al poder jóvenes hombres como Salustiano Zavalía, Marco Avellaneda, Brígido Silva, Benjamín Villafañe y Lucas Zavaleta.

Todos eran enemigos del régimen rosista y contaban también con el apoyo intelectual de Juan Bautista Alberdi.

Mientras tanto en la ciudad, Rodríguez convocó al juez Únzaga para que eligiera un nuevo gobernador según las normas de acefalía.

[23]​ La columna invasora bajo las órdenes de Cano, enfrentó a montoneras dirigidas por otro sobrino del caudillo santiagueño, Cruz Ibarra.

Para administrar esos fondos, Ibarra designó una comisión especial integrada por Ángel Carranza, Manuel de Palacio y Santiago del Villar.

El caudillo enfermó de hidropesía en 1849 y Rosas envió a sus mejores médicos para que lo atendieran.

Tras una corta guerra civil entre sus herederos, uno de ellos, Manuel Taboada, pasó a dominar la política santiagueña por los siguientes veinticuatro años.

Ibarra tenía amistad con el doctor Mateo de Saravia, y en una visita que le hizo conoció a Buenaventura.

No obstante, tuvo un romance con Cipriana Carol Lezana, quien era una joven veinteañera, rubia y de bellas facciones.

Pertenecía a una tradicional familia santiagueña, ya que era hija de José F. Carol y Francisca Lezana.

Sauvage tenía su vivienda en la esquina de las actuales calles Avellaneda y Buenos Aires, en Santiago del Estero.

Le aplicó el tormento del retobado o enchalecado, que consistía en hacer sentar a la víctima en un cuero de un vacuno recientemente carneado, se le hacía poner la cabeza entre sus piernas, y el cuero era cosido a su alrededor en forma muy ceñida o ajustada.

En ese lugar, Ibarra enviaba a sus enemigos y presos políticos para que fueran estaqueados o retobados.

Sin tenerle temor, Agustina le pidió que al menos la autorizara para trasladarse hasta El Bracho.

[36]​[39]​ Días más tarde, Ibarra ordenó que Únzaga y Libarona fueran llevados adentro del bosque santiagueño.

Caminaba leguas para buscar agua, bajo la mirada indiferente de los guardias a quienes nunca les importó su sufrimiento.

Agustina Palacio, quien años más tarde sería reconocida como la heroína de El Bracho, partió tiempo después con sus hijas hacia Tucumán y no regresó jamás a Santiago del Estero.

Busto de Juan Felipe Ibarra en el Parque Aguirre de la ciudad Santiago del Estero.
Bastón de mando de Juan Felipe Ibarra, exhibido en el Centro Cultural del Bicentenario de Santiago del Estero.
Manuel Dorrego , aliado de Ibarra y defensor del federalismo .
El unitario Gregorio Aráoz de Lamadrid , principal enemigo de Ibarra en el norte.
La provincia de Santiago del Estero se adhirió a Liga del Interior durante el destierro de Ibarra.
Casa de Juan Felipe Ibarra ( circa 1869).
Brigadier general Facundo Quiroga .
En celeste, las provincias integrantes de la Coalición del Norte y en rosado las provincias federales, lideradas por Juan Manuel de Rosas .
Manuel Solá lideró las invasiones a Santiago del Estero en 1840 y 1841.
Buenaventura Saravia Arias, esposa de Juan Felipe Ibarra.
Absalón Ibarra , hijo extramatrimonial de Juan Felipe Ibarra.
"Los soldados de Ibarra", dibujo de Horace Castelli. Extraído del libro " Le tour du monde " Vol. 3 de Édouard Chatton.
"Las víctimas de Ibarra", dibujo de Horace Castelli. Extraído del libro " Le tour du monde " Vol. 3 de Édouard Chatton.
"El rancho de don José María de Libarona", dibujo de Horace Castelli. En el mismo se representa a Libarona, Agustina Palacio y Únzaga. Extraído del libro " Le tour du monde " Vol. 3 de Édouard Chatton.