Cuando estalló la Revolución de Mayo se transformó en su abogado personal, para defenderlo en los posibles procesos a que fuera sometido.
Pero no hubo proceso, sino sencillamente expulsión del ex virrey; el mismo día que Cisneros fue expulsado fue arrestado y fue confinado al interior de la provincia de Buenos Aires.
Volvió a Buenos Aires tras la caída del Director Carlos María de Alvear.
Su hermano mayor Saturnino Castro fue un destacado militar realista, que peleó en Tucumán y Salta y más tarde decidió la victoria de los realistas en la batalla de Vilcapugio sobre el Ejército del Norte.
[1] En 1816 formó en la comisión de reforma del Estatuto Provisional sancionado el año anterior, para convertirlo en una Constitución.
Se unió a la Logia Lautaro, en tiempos en que ésta era dirigida por el Director Pueyrredón y del ministro Tagle.
Lo que temía ocurrió a los pocos días: primero se hizo cargo del gobierno José Javier Díaz, el fundador del federalismo cordobés, y luego lo tomó Bustos, el jefe de Arequito.
Fue elegido diputado por Salta al Congreso General de 1824 y fue su primer presidente.